A pesar del desconfinamiento progresivo que se vive en Francia, este doce de diciembre se realizaron diferentes eucaristías para celebrar el día de la Virgen de Guadalupe, una de las fiestas más importantes de México y que ha atravesado fronteras.
La religión versus migración en territorio galo.
En la parroquia de San Roque en el primer arrondissement de la ciudad de París, se realizó una misa amenizada por el mariachi Aragua acompañando a la cantante mexicana Karla Lazo. Mientras que, a unos pasos de ahí en la Iglesia de Saint Germain de l’Auxerrois, la soprano Cristel Muñoz también acompañada por mariachis, le cantaron las mañanitas a la “Patrona de México”.
Y es que todo indica que las prácticas religiosas de los migrantes mexicanos en Europa, han llegado a ciudades tan cosmopolitas como París y se han ido extendiendo al interior de Francia, de manera silenciosa.
La religiosité du peuple mexicain !
En Césson-Sévigné y en Niza, se realizaron también ceremonias en honor al día de la Virgen organizadas por la comunidad mexicana de cada ciudad.
En Césson Sévigné, la organizadora Claudia Tenorio por 5º año consecutivo lleva a cabo todo el protocolo eclesiástico al norte de Francia, para conmemorar a casi 500 años, las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac.
Mientras en la Iglesia de San Marcos en Niza al sur del país, Julio (desde hace 5 años) organiza la misa y en esta ocasión incluyó una dinámica muy mexicana al incluir cantos como “Cordero de Dios”, “Señor, me has mirado a los ojos”. Además, una representación de cómo fue la aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego, que fue narrada en francés por el padre que ofició la misa a los presentes. La soprano Carla Eréndira Zetter interpetó el “Ave María” de Schubert además de “El camino que lleva a Belén” acompañada del coro de la asociación “Católicos Hispanoamericanos de la Costa Azul” quienes al final, entonaron “La Guadalupana”.
Por otro lado, hace 30 años, la celebración religiosa más importante de la comunidad católica de México tuvo su origen en París al ser organizada por Sandra Lupercio quien este año eligió Saint Germain de l’Auxerrois.
Además de festejarle a la Virgen, Sandra recordó el comienzo de la celebración y que durante 28 años se festejaría en Nuestra Señora de Paris, pero por razones obvias después del incendio, ya son 2 años que se le ha desplazado hacia La Madeleine (2019) y en este año, frente al museo de Louvre.
Protocolos Sanitarios para las misas
Días después de que se anunciara el desconfinamiento progresivo en Francia para poder festejar la Navidad, la diócesis de París apeló a las decisiones del gobierno de Emmanuel Macron para que se permitieran las celebraciones católicas con más de 30 personas.
El último domingo de noviembre, a las afueras de la Iglesia de Saint Sulpice se realizaron oraciones con la presencia de más de 300 personas, sin alterar el orden, con veladora en mano, uso de máscara y distanciamiento físico entre ellas, como una manera pacífica de pedir comprehensión y permitirles reunirse, siempre y cuando se respetasen los protocolos.
En un inicio, los organizadores de las celebraciones a la Virgen de Guadalupe habían optado por hacerlo vía internet y difundirlo vía redes sociales. Como en el caso de Daniel Castillo quien cada año se da a la tarea de planificar la misa y al tener el permiso del gobierno francés, pudo recibir cerca de 300 gentes en la parroquia de San Roque respetando dichos protocolos.
Fue así como en un inusitado 12 de diciembre, en la rue de Saint Honoré en la Iglesia de San Roque (siglo XIV) se realizó la misa en donde se acompañó la liturgia con cantos gregorianos en latín y en griego en honor a la emperatriz de las Américas, donde representantes de la Embajada de México en Francia estuvieron presentes y donde el padre Thierry Laurent, bendijo a la Virgencita de Guadalupe.
Una Virgen cuyos devotos además de mexicanos, hay colombianos, peruanos, salvadoreños, franceses, estadounidenses y guatemaltecos.
La Virgen que traspasa fronteras.
La Virgen de Guadalupe que une tradiciones indígenas y europeas.
Texto y fotos: Rosa María Lechuga/ @laituecita
