La ex candidata priista a diputada por el distrito de Zacatlán Delfina Pozos, mandó, sin una orden judicial y sin un cargo público, la demolición de una casa en la calle 4 Oriente número 833 en el barrio de Guadalupe en el municipio de Libres; a pesar de que esta es habitada por una mujer de 85 años de edad y dos menores.
Solo por ser la esposa del presidente municipal de Libres, Francisco Rodríguez, quien es emanado de la coalición por Puebla al Frente (conformada por los partidos PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, Compromiso por Puebla y PSI), llevó a unos trabajadores para comenzar con el derribo de la vivienda.
La demolición ha sido parcial, el cuarto que queda y donde duerme la persona de la tercera edad con sus nietos, ya se encuentra frágil, por lo que temen que se venga abajo y aplaste a la señora y los menores de edad.
Lo anterior fue denunciado por familiares de Marielena Ojeda, propietaria del inmueble, quienes relataron que el pasado 2 de junio un abogado de Pozos le insistió en comprar parte de su propiedad con el pretexto de que realizarían una obra.
“Un hombre argumentando ser el abogado de la señora Delfina Pozos Vergara (esposa del presidente municipal) explicó que en ese momento debía comprar una parte del jardín trasero de la casa de mi abuela, ya que les era necesario para una obra que iniciarían exactamente en colindancia con la casa”.
En la casa de doña Marielena, también se encontraba su abogado, quien le dijo al enviado de la esposa del alcalde que su clienta analizaría su propuesta. Sin embargo, el interesado insistió y amenazó con iniciar un juicio si no se realizaba la venta de la propiedad.
Ese mismo día, el abogado de Delfina Pozos le llamó por teléfono al abogado de la propietaria y amagó con el arranque de la obra, aunque tuvieran que pasar por encima de la casa de la mujer de 85 años de edad. Insistía en que le dieran una respuesta positiva para concretar la compra.
Minutos después de la llamada del abogado de Pozos, se comenzó a demoler la parte trasera de la casa de Marielena.
“La parte que empezaron a tirar era un cuarto donde ella pasaba sus tardes porque ahí guardaba lo que llamaba sus reliquias familiares, era una especie de cuarto de televisión multiusos; lo más grave de este asunto fue que también echaron abajo una recamara en la que se encontraban mis primos, dos menores de edad”.
Al ver las máquinas tumbar su casa con sus nietos y ella adentro, Marielena perdió el conocimiento y sus familiares pidieron apoyo al 911, pero nunca tuvieron respuesta. Han pasado dos días y las obras de demolición continúan, sin que la policía municipal quiera apoyar a la parte afectada que acreditó la propiedad con documentos en mano.
“Lo que más nos consterna y nos preocupa, es que la gente sigue trabajando haciendo uso de un terrenos que no le pertenece a la señora Delfina Pozos, y cuando el abogado de mi abuela solicitó una orden judicial para llevar a cabo dicho acto, NO PRESENTARON ¡NADA!, no comprobaron que existiera ningún procedimiento legal previo”.
