Daniel Hernández/ @danherc
El sol abrasador caía sobre los dolientes que acompañaron al féretro de Aideé Mendoza, desde la comunidad de Tempexquixtla, hasta la cabecera municipal de Huatlatlauca, música de viento los acompañó en el recorrido.
La familia estaba reunida en Tempexquixtla, vinieron de la Ciudad de México para despedirse de Aideé, luego del asesinato ocurrido en el salón de clases del CCH Oriente de la UNAM, en la Ciudad de México.
Cada uno pasó frente al cuerpo para darle el último adiós a la joven de 18 años de edad. Música de viento, cantos y oraciones se escucharon durante el traslado hasta el panteón, ubicado en la cabecera municipal.
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A su llegada al panteón, los familiares, un pastor de la Iglesia de Los Santos de Los Últimos Días y la “rezandera” de la comunidad, dieron un mensaje de consolación a los deudos, para que tuvieran la certeza que ahora está en lugar mejor.
Su padre Wenceslao Mendoza señaló que el 11 de mayo habría una reunión familiar por la celebración de “Las Cruces” a la que llegaría con sus hijos, pero ahora la tragedia cambió todo:
“Este mayo planeábamos venir toda la familia, pero no así, como ahorita vinieron. Planeábamos venir ahorita como un tipo de vacaciones aquí (Tempexquixtla), aquí se pide la misa de las cruces y lo estaba pensando para el 11 de mayo, yo pensaba venir con toda mi familia, estábamos todos de acuerdo, nunca pensé que fuera de esta manera”.
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Todo esto en medio de una exigencia para que las autoridades esclarezcan el crimen de la joven que tenía una vida y sueños por delante.
Fotos: @danherc
