En menos de dos minutos, un taxista y su cómplice se robaron cinco arpillas de limón de un camión cargado, que se encontraba estacionado en la Nave B de la Central de Abastos de Puebla.
Los sujetos se cercioran de que no haya nadie que los observe y uno de ellos se sube a la unidad, desde donde lanza el producto.
Mientras tanto, el conductor del taxi acomoda la unidad para poder darse a la fuga y después ayuda a su acompañante a subir las arpillas a la cajuela del vehículo. No tardaron ni dos minutos y consumaron su robo, sin que nadie los observe.
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No es la primera vez que personas roban la mercancía de los bodegueros de la Central de Abastos en Puebla, quienes acostumbran a dejar sus camiones cargados frente a las bodegas.
En días pasados un delincuente fue atrapado y le colocaron un letrero para señalarlo como ladrón. El sujeto recibió algunos golpes y fue entregado a la policía municipal.
