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Ángel Ignacio: el obrero de la Volkswagen, muerto por Covid 19, que no tuvo un velorio en Coronango

El dolor de no poder darle cristiana sepultura a Ángel Ignacio en su natal San Francisco Ocotlán, Coronango tras morir de “neumonía por Coronavirus”, estuvo a punto de generar un conflicto social en esta comunidad, la cual es una de las más organizadas y solidarias de la región cuando se trata de pelear por el bienestar de los suyos.

 

Familiares del empleado de la Volkswagen enfrentaron una de las realidades de las que hasta hace unos días solo habían oído hablar en los noticieros, y es que a la víctima de Covid-19 no lo velaron, ni le organizaron rosarios, ni le hicieron misa para sepultarlo, como es la costumbre en la comunidad; el cuerpo fue directo al cementerio y sin rezos.

 

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Ángel Ignacio era un hombre de 39 años de edad, al quien sus familiares y amigos describen como tranquilo y trabajador. Era padre de tres pequeños y trabajaba desde hace cuatro años en el área de prensas de la planta armadora instalada en el estado de Puebla.

 

El pasado 23 de marzo comenzó a sentirse mal y fue internado en el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de La Margarita, en donde el 3 de abril perdió la vida. Su esposa y su hermano Ubaldo están en observación médica por presentar los mismos síntomas.

 

A sus familiares se les informó que Ángel Ignacio murió por “neumonía hepática” y se les negó la entrega del cuerpo. Esto provocó que ellos se inconformaran y comenzaran a pedir apoyo de sus allegados, pues contemplaban la organización de una gran manifestación para exigir que los restos de occiso fueran entregados a la familia para velarlo “como Dios manda” y darle el último adiós en su pueblo.

 

El desconocimiento hizo que incluso los pobladores se confrontaran en las redes sociales, unos por difundir que su paisano había muerto por Coronavirus a manera de advertencia y otros por insistir que era una mentira y que por culpa de esas publicaciones en el hospital no les querían dar los restos de Ángel Ignacio.

 

La tarde del domingo, pobladores informaron que los restos de Ángel Ignacio sí fueron entregados a los deudos, pero que no hicieron misa ni velorio y lo enterraron en el panteón de la comunidad.

 

Hasta la tarde del domingo se tenían solo dos versiones oficiales, la de la Volkswagen quien confirmó el deceso de su trabajador y reprochó que el IMSS no le hiciera la prueba de Coronavirus a Ángel Ignacio.

 

La otra versión fue la de la delegación en Puebla del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que respondió a la empresa Volkswagen que no entregará información sobre la muerte del trabajador de la planta armadora, pero tampoco aclaró si le aplicó la prueba de Covid-19.

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