Iván Tirzo/@tirzoiván
Con Alfonso Esparza Ortiz como rector se abrió una época de quejas por hostigamiento laboral y de acoso sexual en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), así lo reflejan los informes de labores de los últimos siete años en esta institución educativa.
Si bien de 2010 a 2017 fue en marchas y de forma anónima que estudiantes y profesoras reportaron ser víctimas de agresión sexual –en una docena de casos, por parte de académicos durante los últimos dos rectorados –el de Enrique Agüera Ibáñez y el de Alfonso Esparza Ortiz– las cifras oficiales de la BUAP muestran datos menores.
Solo que estas cifras manchan el mandato del maestro “ponchito”, como lo conocen los universitarios, quien en esta semana rinde su informe de labores 2018.
Las cifras oficiales de la Defensoría de los Derechos Universitarios de la Benemérita reflejan que en el año 2010 no hubo quejas por las dos prácticas en mención.
Pero en el informe 2017 se especifica que con Esparza al frente de la institución, en el ciclo escolar 2016-2017 la Defensoría recibió 3 quejas por acoso sexual y 3 por hostigamiento laboral.
La despiden por no tener sexo con director de Medicina
En el año 2014, el periodista Alejandro Mondragón presentó audios que comprometieron de acoso sexual a Lorenzo Carreón Luna, director de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la BUAP, quien solicitó la renuncia de su coordinadora por no tener relaciones con él.
Lorenzo, considerado uno de los directores consentidos del rector Alfonso Esparza, exigió a su subordinada ir más allá de lo profesional y laboral. “A calzón quitado; quitémonos de pendejadas“, se escucha en uno de los audios.
El periodista dio a conocer además que después de dos años el rector juraba que la académica nunca procedió legalmente, pero en 2017 se dio a conocer que la afectada de nombre Irma Gómez enfrentaba un largo proceso legal.
En ese año tramitó la solicitud formal de un amparo indirecto contra las omisiones del Poder Judicial de Puebla, la Defensoría de los Derechos Universitarios y la Rectoría de la BUAP, encabezada por Alfonso Esparza, quienes trataron de bloquearla para que no continuara.
Eran más quejas por otras causas en 2010
En el informe de labores 2010, la Defensoría de los Derechos de los Universitarios reportó que en el último año recibió 73 quejas, de las cuales 53 fueron de alumnos, 14 por académicos, 4 por administrativos y 2 por ex alumnos.
La lista se distribuyó en: 25 por falta de respeto, 7 por falta de información, 14 por no ser atendidos oportunamente, 18 por deficientes condiciones de trabajo y/o estudio, 1 por derecho a ser evaluado, 2 por libertad de expresión, 1 por derecho a participar, 2 por trato discriminatorio, 3 por asuntos de naturaleza laboral.
La Defensoría justificó que los conflictos universitarios no son producto de conductas caóticas, ni de caprichos individuales, sino de fallas de las estructuras funcionales que en algunos casos se manifiestan en comportamientos individuales cuando se trata del quehacer universitario cotidiano.
Inician las quejas por acoso y hostigamiento
en el informe de labores 2017 se indica que en el último año la Defensoría recibió un total de 37 quejas, de las cuales 26 las formularon estudiantes, 8 fueron presentadas por académicos y los 3 restantes por trabajadores no académicos.
En esta lista se desglosa que: 12 fueron por falta de respeto, 5 por derecho de petición e información, 3 por acoso sexual, 3 por hostigamiento laboral y 1 por condiciones de estudio y/o trabajo inadecuado.
“De estas quejas, ocho se resolvieron mediante conciliación, siete con el cumplimiento de la pretensión, cinco por conocimiento de otra instancia, una por recomendación y una por desistimiento. Asimismo, en tres casos se determinó falta de interés jurídico, en otras tres se concluyó que no existió violación de derechos universitarios y los nueve restantes se encuentran en trámite”, señala el documento.
