Alejandro Camacho Fierro
A la familia Serdán no les ha hecho justicia la Revolución. Han pasado 107 años del inicio de esa justa heroica y pese a que los registros marcan a Puebla como la encargada de iniciar este movimiento, Carmen, Aquiles y Máximo Serdán no han sido reconocidos como lo merecen.
Esta fue la postura de Aquiles Serdán Álvarez, nieto de Aquiles Serdán Alatriste durante la llegada de los restos de sus familiares al museo con su mismo nombre y que han sido parte fundamental de la historia de México.
En las instalaciones del Museo Hermanos Serdán criticó que en el Museo Nacional de la Revolución en la Ciudad de México no se haga referencia de tan destacada participación, pues solo una fotografía es testigo de la participación de sus familiares.
No es posible que en el museo nacional que se encuentra en el monumento a la Revolución Mexicana no se haga referencia de tan destacada participación, pero sí se puede encontrar la historia completa en librerías, estanquillos y publicaciones especiales.
Por tal motivo pidió a autoridad estatal gestionar ante el gobierno federal incluya en el museo de la Ciudad de México más información de la gesta heroica.
Aseguró que la historia del país no sería la misma sin el reconocimiento de la participación de los Hermanos Serdán en el inicio de la Revolución Mexicana.
Al respecto, el alcalde de Puebla, Luis Banck informó que este evento es de su importancia no sólo para Puebla sino a nivel nacional, porque recuerda que la entidad poblana es cuna de la revolución.
Pero además destacó que Puebla dio a México soberanía y democracia, aspectos que no hay que perder de vista, pues en las diferencias políticas lo más importante es vivir en libertad y democracia.
Era justo que regresaran a casa y nos ha dejado un trabajo importante que ahora en el museo de la historia de la revolución se reconozca a Puebla como sede de inicio de la revolución.
Y es que después de 20 años, los restos de los Hermanos Serdán regresaron a su casa, una vez que fueron restaurados en la ciudad de México por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
De palacio municipal, donde estuvieron las tres urnas por casi tres días y que aún guardan dientes y tejidos blandos de los revolucionarios, fueron escoltados por elementos del ejército mexicano al Museo Regional de la Revolución Mexicana.
El 7 de abril de 2017, los restos fueron enviados a México para su restauración, y para lo cual se invirtieron 200 mil pesos.
Fotos: especiales.
