Dos años han pasado desde la tarde de aquel 24 de diciembre del 2018 cuando terminó una era política en Puebla: el morenovallismo.
Hoy en día se sabe que la muerte de la entonces gobernadora, Martha Erika Alonso, su esposo el senador, Rafael Moreno Valle y otras tres personas más, se debió a una falla mecánica y falta de mantenimiento del helicóptero Agusta (XA-BON) en el que viajaban ese día de Puebla a la Ciudad de México, y no a un atentado como se especuló en un inicio.
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Al menos esa es la versión final que se obtuvo el 27 de marzo pasado por parte del secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú.
“¿Cuál es la causa probable del accidente? Es la pérdida de control del helicóptero debido a un alabeo repentino hacia la izquierda, que no fue recuperado por el piloto al mando provocando que el helicóptero se invirtiera en vuelo e impactara con esa configuración contra el terreno”, dijo el funcionario federal en esa ocasión en una conferencia de prensa.
La versión final de las investigaciones, en las que participaron agencias aeronáuticas internacionales, fue calificada como “inverosímil” por parte de líderes panistas como Marko Cortés a nivel nacional y Genoveva Huerta a nivel local, pero hoy en día, ya pocos cuestionan qué fue lo que verdaderamente ocurrió.
¿Un accidente?
La versión oficial es que sí. Que en las investigaciones se descubrió que el 13 de diciembre, 11 días antes del desplome del helicóptero, había un daño en el actuador lineal del Sistema de Aumento de Estabilidad número dos, y pese a ello, el helicóptero voló.
Otros factores que, según el gobierno federal, contribuyeron al accidente fueron prácticas inadecuadas de operación, una mala decisión del taxi aéreo y de la tripulación de continuar con los vuelos a pesar de tener conocimiento del mal funcionamiento del actuador lineal.
Presuntamente también hubo una insuficiente supervisión del mantenimiento y operación de la aeronave por parte de la Autoridad de Aviación Civil (DGAC). Por esta razón, se iniciaron auditorías técnicas y administrativas a la empresa operadora Servicios Aéreos del Altiplano S.A. de C.V, responsable del servicio de aerotaxi.
En el año y tres meses que duraron las indagaciones, no se encontraron elementos para apuntar que estas muertes se hayan debido a un sabotaje.
Morenovallistas replegados y con 150 expedientes abiertos
Dos años después de la muerte de la pareja de exgobernadores que iba por 14 años de incrustarse en el poder, quienes quedaron en la orfandad política, se fueron replegando poco a poco, otros se aliaron con la llamada cuarta transformación y algunos más que se creían invencibles en esa época, están en la cárcel como Eukid Castañón, quien fuera principal operador político de los Moreno Valle-Alonso.
Eukid tiene al menos tres carpetas de investigación abiertas, y entre los delitos por los que se le investiga, destaca enriquecimiento ilícito, pues no ha logrado comprobar el ingreso de millones de pesos a sus cuentas y en propiedades.
Incluso, una de sus principales lavadoras de dinero, Lorena, también está presa, detenida en noviembre de este 2020 en Mérida, Yucatán.
En total, son 150 las carpetas de investigación que existen contra quienes colaboraron con los Moreno Valle-Alonso y que abusaron desde el poder en agravio de los poblanos, pues va desde secretarios hasta directores, los implicados.
Las investigaciones en curso también alcanzan a prestanombres como en el caso de los notarios, o bien, contra quienes aprovecharon su poder para obtener un título patito a través del Instituto de Educación Digital del Estado de Puebla (IEDEP).
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