Hay 2 mil 800 millones de personas en el mundo que viven con menos de 2 dólares diarios; más de mil millones viven con menos de un dólar, según datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), citados por la organización francesa ATD Cuarto Mundo 2022.
La misma fuente indica que 448 millones de niños tienen bajo peso, diariamente 30 mil niños mueren de enfermedades que podrían ser evitables y más de mil millones de personas no tienen acceso al agua potable.
El número de pobres en México, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), citada por la organización alemana Deutsche Welle dw.com 2022, era de 52 millones de mexicanos en 2018 y se estima en 58 millones para este año.
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La pobreza junto a la desigualdad es de los mayores problemas de nuestro país y el mundo.
En México, hace más de 30 años que las cifras no han bajado y tienden a crecer, en gran parte, porque los programas aplicados son eminentemente asistencialistas que solo han contenido el problema, pero no lo han revertido.
Los mal pensados dicen que así ha convenido a los gobiernos, que la pobreza siga para mantener una base electoral permanente. Lo que no cabe duda es que en los procesos electorales esta situación permite que quien más da y promete, tiene mayores posibilidades de ganar. Y ya se ha normalizado que se promete y sin ningún rubor, se deja de cumplir o a hacer lo contrario a lo ofrecido.
Para revertir la pobreza hace falta conocer realmente el problema, planeación desde las comunidades, revisar los contenidos educativos, apoyar la investigación y el desarrollo tecnológico, priorizar los problemas y necesidades y, poner plazos constitucionales para resolver la problemática. Se requiere dejar de inventar al país cada seis años y aprovechar lo ya avanzado por los antecesores.
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De manera inmediata, se requiere equilibrar el presupuesto federal para que además de programas sociales contra la pobreza se incrementen las inversiones para la infraestructura pública, el fomento económico y productivo que generen riqueza en las comunidades.
Por todo esto, hoy deseo compartir parte del contenido del libro Cómo eliminar la pobreza; qué es lo que funciona cuando los métodos tradicionales fracasan, escrito por Paul Polak, empresario checoeslovaco, fundador de la International Development Enterprises (IDE), con sede en Denver, Colorado.
El autor señala que, si en verdad quieres ayudar a alguien, pregúntale cómo y no supongas o trates de adivinar lo que necesita. Es una de sus mayores recomendaciones.
No les digas lo que deben hacer para desarrollarse, mejor pregúntales qué quieren hacer y qué necesitan para empezar a hacerlo o continuarlo, lo cual he comprobado en decenas de experiencias directamente con la gente.
Una sección del libro de Polak se refiere a Doce Pasos Prácticos para resolver problemas, los cuales comparto a continuación:
1.- Ve a donde está la acción. No se pueden conocer y atender los problemas desde las oficinas.
2.- Habla con las personas que tienen el problema, escúchalas. Las mismas personas que traen el problema, traen propuestas de solución. Así das una atención y también aprendes.
3.- Conoce lo mejor posible el contexto del problema. Tener la mayor información de lo que se plantea. Y posibles soluciones.
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4.- Piensa en grande y actúa en grande. Cuál es la población afectada o beneficiada con mi intervención. O perjudicada por mi omisión.
5.- Piensa como niño. Como en los juegos de la infancia, reducir el problema a sus elementos básicos.
6.- Ve y haz lo obvio. A qué se dedican aquí, cómo lo han hecho. Qué sigue.
7.- Si alguien ya lo inventó, no tienes que volver a hacerlo. Muchos dudan de usar ideas ajenas. Pero si revisamos donde ya se resolvió el problema que tenemos, vamos allá y adoptemos soluciones.
8.- Cerciórate de que tu método tenga impactos positivos medibles y repetibles. Cuantos se benefician de mi propuesta y cuantos más podrían hacerlo. Si la gente lo adopta porque mejoró la situación previa, es un buen proyecto.
9.- Diseña con objetivos específicos de costo y precio. Desarrollar servicios, herramientas y equipos al alcance de la población necesitada. Lo que se invierte debe crear mejoras cuantitativas, cualitativas y transformar la realidad.
10.- Sigue planes prácticos de tres años. Establecer objetivos y acciones con metas ni muy grandes ni muy chicas, trabajar por etapas.
11.- No dejes de conocer a tus clientes cada vez mejor. Hay que mantenerse entre la gente para ayudarles a dar el siguiente paso.
12.- Mantén una actitud positiva; no te distraigas por lo que piensen los demás. Demuestra en la práctica tu propuesta, es la mejor forma de convencer.