¿Quién es quién en las mentiras? Es la nueva sección que, a decir, será “una plaza pública en la que se discutirá libremente sobre la información que los medios publican a diario. Ante el uso doloso y negligente de la información” y, continuando con la presentación, afirmaron que de ninguna manera “será perseguir ni censurar a periodistas y medios”.
El ejercicio puede ser bueno, pero por lo menos en el día de inicio no fue afortunado. Cargado con un poco de humor, usando la referencia de las olimpiadas y evocando el nado sincronizado, vimos un ejercicio poco serio; sin argumentos sólidos y a manera de análisis cuasi escolar o de aprendices comunicativos y políticos.
Vayamos un poco más allá de este comentario. ¿Quién es Ana Elizabeth García Vilchis? ¿Qué credenciales la acompañan para ser, como dijo AMLO, “la mujer valiente que llevará esta sección”?
Esta tarea sin problema pudiera estar en manos de cualquier estudioso del periodismo, de la comunicación política, de la filosofía, de la lingüística, de la semiótica entre muchas otras ciencias, pero, no en manos de algún personaje que, sin la información política ni comunicativa básica, haga el papel de analista y sin argumentos metodológicos califique o descalifique, afortunada o desafortunadamente, a periodistas.
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Hago aquí un paréntesis pues me refiero a este hecho con la seguridad de que en la búsqueda de Ana Elisabeth García Vilchis en la página https://cedulaprofesional.sep.gob.mx/cedula/presidencia/indexAvanzada.action no se encuentra registro de ninguna cédula profesional a su nombre. ¿Entonces? ¿En manos de quién está este segmento de plaza pública donde se discute libremente el quehacer comunicativo?
Ahora bien, se afirmó que se trata de informar con la ‘verdad’, pero no debemos calificar a la ciudadanía como ignorante. Es de conocimiento público que la relación de gobiernos y medios de comunicación es desigual, es decir calificar como ‘aliados’ a los que hablan bien de los gobernantes y como ‘opositores’ a quienes los critican; no es correcto.
Por lo anterior, simplemente debemos volver la mirada a entender que el concepto de ‘verdad’ invita a una visión desde diferentes ópticas, pues al final del día ‘mi verdad’ o ‘su verdad’ invita a reflexionar sobre la existencia de una ‘verdad colectiva’, es ahí donde surge la discrepancia; por ello se torna interesante tanto el análisis como la crítica, pero sustentadas en las diferentes ópticas y ¡claro! el manejo de datos de investigación, que es la premisa básica de los géneros periodísticos.
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Si entramos en materia filosófica la ‘verdad’ tiene varias aristas e interpretaciones semióticas de acuerdo con nuestro ‘ser en el mundo’, invitando a una reinterpretación sustentada en nuestra praxis social. Bajo este orden de ideas, para aplicar el binomio verdad/mentira, que debiera leerse verdad vs mentira, debemos entrar a la concepción de dualidad, al conocimiento de ambas partes del binomio comunicativo y desde ahí emitir el juicio de valor.
Aludiendo a una de las máximas teorías comunicativas donde se evoca al análisis de la racionalidad, de los regímenes políticos, del ejercicio democrático, de la dialéctica, de la filosofía, de la lingüística, de la semiótica entre otras áreas, invito a retomar y a reflexionar de manera profunda el nuevo espacio surgido por primera en vez en la historia comunicativa nacional y donde la poblana e inexperta García Vilchis, será la responsable de llevar a cuestas la batalla contra plumas consagradas en el periodismo nacional e internacional.
Tarea ardua, pero veamos. Al tiempo…
Por Mayra Sánchez García/@mayrusmayrus7