Julieta Cerezo
Las películas de tiburones parecen tener su propio género porque hemos visto escualos de todo tipo y en todos lados, los hemos visto en tornados, amenazando lagos o acuarios, hemos visto tiburones de dos cabezas, tiburones abstemios (los peces son amigos no comida); tiburones que atacan en la nieve o en la arena, tiburones con inteligencia sobre desarrollada, tiburones que buscan venganza; tiburones que atacan a surfistas, al comisario del pueblo y a jóvenes que se encontraban en momentos de pasión.
Y es que al parecer Hollywood ha presentado todas las situaciones – desde las reales a las más absurdas – en las que un tiburón podría acechar / atacar / mutilar / devorar a una persona y se consideraba que este “género” se estaba agotando pero los estudios Warner no querían dejarlo agonizando y lo revivieron. Así que tomaron su máquina del tiempo para nadar 19 millones de años en la historia para traer al Megalodón.
Bajo el nombre, precisamente, de Megalodón (The Meg, en inglés) se estrena este viernes en la que pareciera ser una película veraniega más sobre tiburones, en este caso, de su tatarabuelito prehistórico que reinó los mares del Cenozoico.
La película es protagonizada por Jason Statham y es una producción chino-americana. La trama plantea a un grupo de investigadores que, en lo más profundo del océano, descubren que el creído extinto megalodón aún vive y se desata la carnicería pues éste emerge de su escondite amenazando las costas de China.
Ahora, repasemos al tiburón original, el que un entonces veinteañero Steven Spielberg, sumó a su legado cinematográfico.
Tiburón, el original y el más copiado
¿Usted le tiene pánico al mar y supone que ante cualquier contacto con el océano podría ser devorado por un gran tiburón blanco? Pues bienvenido a mi club y déjeme decirle que ese pavor no es infundado, ya que el pánico comunitario a los escualos se remonta a junio de 1975, cuando se estrenó Tiburón (Jaws) y que fuera el tercer largometraje del hoy legendario director, Steven Spierlberg.
En ese momento, el cineasta contaba con 27 añitos, y su película no solamente revolucionó la forma de hacer cine también la manera en la que el cine ganaba dinero. En resumen, Tiburón fue el primer gran taquillazo en la historia de la industria palomera, recaudó 400 millones de dólares en aquel año e implementó el modelo de estreno simultáneo en el mayor número de cines posibles.
Así es, Tiburón no solamente es responsable de que se le tenga miedo a estos animalillos, también lo es de que cada verano tengamos que distribuir sabiamente nuestros ingresos para poder ver la mayoría sino es que todas las películas que salen en esta temporada y que son considerados los éxitos de taquilla de cada estudio.
Pero de números y estrategias de mercadeo se encargan los productores, pasemos al impacto y las repercusiones de esta película, la gran pionera en el cine ‘acuático’.
De esta película se crearon cuatro secuelas, toda una saga de escualos asesinos y que tocó su punto más bajo con Tiburón 5 o Tiburón: La venganza, que tuvo las peores críticas y menores ingresos que las cuatro anteriores.
De manera paralela y con toda “caballerosidad” otras casas productoras explotaron en los años subsiguientes la fórmula: animal (siempre hambriento) + vacacionistas devorados + héroe con habilidades de cazador, en títulos como Orca, Alligator o Piraña,buscando tener siquiera un eco del éxito de Jaws.
El tiempo pasó y el villano colmilludo favorito de los estudios Universal pasó al olvido y cuando parecía que no habría más terror en el agua, llegó a finales de los 90 Deep Blue Sea (Alerta en lo profundo) y de nuevo, los tiburones atacaban pero ahora eran súper inteligentes y habían sido manipulados genéticamente.
De este embrollo que parecía una mezcla entre Tiburón y Parque Jurásico, lo único rescatable para los estudios de cine fue el revivido interés en estos animales, por lo que en los 2000 y presentes años se han desarrollado títulos tan olvidables como Terror a 47 metros y otros que son un fenómeno de la cultura pop como Sharknado.
Y no es broma, Sharknado está a días de ver su sexta película, así es, la idea de un tornado que emerge de los océanos y transporta nada más que tiburones que sobreviven fuera del agua y van por la ciudad devorando personas, fue muy bien aceptada por la audiencia presentándose como una película que se adecúa al dicho: “es tan mala que es buena”.
Supuestamente su sexta parte, sería la última de esta franquicia televisiva, aunque hay que recordar una escena de Deadpool 2 en la que este superhéroe le pregunta al aparente villano Cable que viaja en el tiempo: “si vienes del futuro ¿en quéSharknado vamos?”.
Pero además de estos títulos, usted puede googlear en su dispositivo favorito: “películas sobre tiburones”, y encontrará más de 40 títulos relacionados con nombres tan irreales como El tiburón de 3 cabezas, El tiburón fantasma, El tiburón de las arenas, Tiburón jurásico o Dinoshark. Prácticamente, el número de años que han pasado desde el estreno del original – 43 – es equivalente al número de películas creadas con la misma trama o una muy similar.
Lo curioso de todo esto es que, según datos de Wikipedia, la posibilidad de que usted sea víctima de un ataque de tiburón es de 1 en 11.5 millones y de morir por esta causa es de 1 en 264.5 millones, mientras que los humanos matan, anualmente, a más de 100 millones de tiburones.
