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Julieta Cerezo

Con un chasquido de sus dedos podría desaparecer a media galaxia, esa fue la amenaza cumplida por Thanos en Avengers: Infinity War y los efectos de esa acción aún retumban en todo el universo Marvel.

La última maldad del villano del año llegó con Ant–Man and The Wasp, secuela de Ant–Man y que fue la cinta que le demostró a Marvel que la comedia sería el balance perfecto entre “el drama” de salvar constantemente a la Tierra, o a cualquier otro planeta, y la carga de acción de sus historias.

Pero antes de cualquier spoiler, es importante marcar la importancia de Ant–Man y su protagonista, Paul Rudd, en el éxito de Marvel y su posicionamiento sobre las bien intencionadas, pero no logradas, cintas de DC Comics (exceptuando a Wonder Woman).

Aún si no es seguidor del universo Marvel, nombres como los de Robert Downey Jr., Scarlett Johansson, Chris Evans o Mark Ruffalo, podrían haber estado posicionados en su conocimiento cinematográfico pues todos ellos tienen trayectorias largas, especialmente, Johansson y Downey Jr. a quienes les anteceden reconocidos papeles.

Por eso, el lanzamiento de Ant–Man pudo haber pasado desapercibido en su año de estreno – 2015 – y el interés por el superhéroe de escala microscópica se tornó colosal después de su participación en Captain America: Civil War, donde lucha en el #TeamCap.

Pero no solo fue su posicionamiento en la épica batalla entre Ironman y “El Capi” lo que ayudó al Hombre Hormiga a tener una secuela, ya que desde la primera cinta su director, Peyton Reed, se esforzó en no perder la esencia de Paul Rudd, un cómico nato y de gran carisma, para trasladarlo a Scott Lang, el nombre “civil” de Ant – Man.

A Paul Rudd le antecede una prolífica carrera muy alejada de Marvel pero muy cercana al Frat Pack, entiendo que este término merece una respuesta y déjeme decirle que el Frat Pack es una de las mejores coincidencias que pudo haberle pasado a la comedia norteamericana pues es la denominación que se le da “coloquialmente” a un grupo de actores – comediantes que suelen participar en las mismas películas.

En este Frat Pack, que hace referencia a un “equipo o grupo de fraternidad” están involucrados actores como Ben Stiller, Owen Wilson, Will Ferrell y Steve Carell, y a partir del año 2004, Paul Rudd se convirtió en miembro activo y protagónico de este grupo con papeles principales en cintas como Anchorman y The 40 Year Old Virgin, para otras personas Rudd es “el séptimo amigo” ya que interpretó a Mike Hannigan entre 2002 y 2004 en la exitosa serie de comedia Friends, donde interpretó al novio / ex novio / esposo de Phoebey Buffay.

Así, el “entrenamiento” de Rudd en la comedia lo hizo perfecto para ser enlistado en el universo Marvel cuando Peyton Reed fue llamado a dirigir Ant – Man ya que él mismo venía de dirigir cintas cómicas con Bring It On y The Break-Up.

La química entre Peyton y Rudd fue inmediata para concebir y llevara Ant–Man a la pantalla grande, la experiencia de ambos en cintas cómicas generó que Peyton le diera luz verde a Paul para participar en áreas más allá de la actuación.

Hasta ahora, Paul Rudd es el único actor del universo cinematográfico de Marvel que es acreditado en las dos películas como parte del equipo de guionistas, buena parte de los chistes que Ant–Man hace surgieron del ingenio de este comediante.

Pero la contribución de Rudd y Peyton fue más allá de Ant–Man pues en ese momento estaba en preproducción la tercera entrega de Thor, Thor: Ragnarok que dejó la seriedad del dios nórdico en sus precuelas e impactó con un renovado y excesivamente cómico y tuerto Thor.

Y aunque la fórmula comedia – acción, fue probada antes con Guardians of the Galaxy Vol. 1, la comedia estaba suspendida en una galaxia lejana a la Tierra donde los tormentos y ansiedades de Ironman se equiparaban a las añoranzas y traiciones que enfrentaba Capitán América, por lo que Ant–Man trajo las risas a este planeta.

De Ant–Man and The Wasp puedo decirle que es incluso mejor que la primera entrega, pues tiene un elenco estelar con Michael Douglas y Michelle Pfeiffer, y como el nombre lo indica hace dupla con The Wasp, interpretada por Evangeline Lilly.

Y aunque la historia involucra únicamente a Scott Lang y la gente de su vida, el final da esa respuesta que tanto se reclamaba desde Infinity War: ¿dónde estaba Ant–Man?, también podría plantear una nueva solución para el genocidio y “alienocidio” causado por Thanos y deja una nueva incógnita: ¿habrá tercera parte para Ant–Man?.

Fotos: ComicBook.com

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Julieta Cerezo

Julieta Cerezo

Reportera con experiencia en medios de comunicación desde el año 2009. Ha sido editora y coordinadora de información.