2° INFORME DE RESULTADOS SERGIO SALOMÓN, DOS AÑOS JUNTOS DOS AÑOS PRESENTES

Julieta Cerezo

Soy una gran fan de prácticamente todo: Star Wars, Universo Marvel, Disney (live action, animadas, ¡lo que sea!), pero durante 18 años “le he huido” a una de las sagas más exitosas de la historia del cine: The Fast & the Furious, que ya prepara su novena entrega y que cuenta con un spin off del que ahora hablaremos.

Y es que la llamada F&F: Hobbs and Shaw es la primera cinta que se desprende de este curioso universo de películas en las que los protagonistas, según me cuentan, son automóviles tuneados e increíbles persecuciones. Junto con esta palomera película, tenemos de estreno reciente la segunda parte de La vida secreta de tus mascotas que trae de regreso a Max, Duke y Snowball, en una serie de aventuras que son imperdibles si es que le gustó la primera entrega.

Y en el acumulado de estrenos llegó Historias de terror para contar en la oscuridad del director André Ovredal y que plantea una trama del oscarizado patrono de los matemáticos, Guillermo del Toro. La película es imperdible sea o no aficionado al cine de terror, pues aun en la línea teenager que tiene la cinta, los efectos y la historia en sí, son un deleite para el espectador.

Autos y adrenalina para la perpetuidad

Cuando la primera cinta de Fast & Furious fue estrenada por allá del 2001, emergieron dos estrellas: Vin Diesel y Paul Walker, cuyas popularidades subieron como la espuma. Entre ese año y el actual, la franquicia logró ocho exitosas películas y lloró la muerte de Walker, quien falleció en un accidente automovilístico en el 2013.

Las películas se han mantenido en el gusto del público y año con año, o al menos cada que salen, son verdaderos éxitos, F&F: Hobbs and Shaw no fue la excepción y ha logrado liderar la taquilla durante algunas semanas.

Curiosamente, esta película prescindió de los servicios de Vin Diesel y se centró en dos estrellas más que tiene esta saga: Dwayne Johnson y Jason Statham, quienes produjeron y lograron este spin off que marca una nueva fase en esta saga.

Definitivamente no debe esperar que ésta sea una película filosófica o de introspección ¡nada de eso!, pero sí espere un bullying imparable entre los protagonistas quienes usarán todos sus atributos físicos como su mejor ofensa / defensa, en un juego por saber si ellos o Ryan Reynolds, quien aparece en la película, son los más hilarantes.

La historia dejó atrás, muy atrás, los arrancones y las persecuciones con la policía local, pues Hobbs y Shaw son llamados como los investigadores para desenmarañar una conspiración internacional que podría acabar con la vida como la conocemos, por lo que si ya vio las 8 anteriores no debe dejar pasar esta propuesta y de no haberlas visto, como yo, y haciendo caso omiso de alguien que me dijo: “no le vas a entender”, considérela si tiene el tiempo.

Mascotas humanizadas o los “perrhijos”

¿Alguna vez ha escuchado a alguien decir mi perrihijo? Este término fue acuñado hace casi una década y ha penetrado cada vez más en los últimos años. El concepto y toda la “cultura” que se ha desarrollado en torno a las mascotas –caninas, gatunas, etc…- ha desatado una ola de impresiones cinematográficas y de otros formatos.

Así llegó la primera parte de La vida secreta de tus mascotas en la que Max, un consentido perro neoyorquino enfrenta la llegada de un nuevo perro a su hogar, Duke, lo que pone de cabeza su acomodada vida junta a su ama.

En esta segunda película y ya con los acontecimientos de la primera parte en el pasado –la enemistad entre Duke y Max fue completamente superada- ahora este dúo se enfrenta a la llegada del bebé de su ama, quien se casó e inició una familia.

De forma paralela, la película nos presenta los problemas de ansiedad que desarrolló Max, pues se volvió sobreprotector con el primogénito de su dueña y nos lleva a una aventura de Snowball, el conejo esponjoso y villano de la primera película, que ha redimido su pasado para combatir el crimen; una tercera aventura es encabezada por Gidget, la Pomerania nice y enamorada de Max.

La película es fiel es a la fórmula de la primera parte pues explota la humanización de las mascotas pero explica de una manera convincente el comportamiento “extraño” que pueden desarrollar nuestros gathijos o perrihijos.

Los chistes son continuos y a pesar de ser una película infantil es disfrutable para adultos, incluso para aquellos a quienes no les gustan las mascotas.

La peli de terror que NO ES de Guillermo del Toro

Valiéndose de contar con el apoyo incondicional de Guillermo del Toro, Historias de terror para contar en la oscuridad es una de las películas de la temporada y la competencia fuerte –en su género- de Eso, capítulo 2 pues arrancará más de un susto.

Su fórmula es similar al ya muy explotado teenager boom y que podemos ver reflejado tanto en series como películas (Stranger Things y la misma Eso, por ejemplo), pues el terror inicia cuando un grupo de amigos rescata el libro de historias de terror de un alma en pena.

Ese libro aparentemente tiene el poder de escribir un cuento protagonizado por quienes desataron esa especie de maldición y esta narración los llevará a su muerte, sin embargo, el logro del director André Ovredal, es el planteamiento de historias terroríficas que aun cuando pueden recordarnos a leyendas populares, toman su merecido protagonismo al momento de ser desarrolladas.

La fórmula adolescente perdura en la cinta en la que en muy breves momentos intervienen los adultos. Un gran bonus de esta cinta es la inclusión del tema Season of the witch en voz de la talentosa, Lana del Rey.

Si tiene ganas de espantarse, reír un poco y asombrarse con los bien logrados efectos especiales, definitivamente Historias de terror para contar en la oscuridad es un must en su lista de cintas para el fin de semana.

Buen fin Viaja a CDMX
Julieta Cerezo

Julieta Cerezo

Reportera con experiencia en medios de comunicación desde el año 2009. Ha sido editora y coordinadora de información.