Meme Yamel/@MemeYamelCA
Después de lo que han sido los 90 días más predecibles de nuestra historia, por fin culmina la campaña extra ordinaria para la gubernatura de nuestro bonito estado.
Con brigadistas desanimados, sin porras que sirvan, con muchos políticos de selfie y café que no sirven para nada más que para conspirar y disque alentar, el destino de los poblanos será decidido por unos pocos, que siendo realistas, lo decidieron desde las internas en el partido del poder.
Como todos sabemos, o al menos deberíamos, la ciudadanía no está emocionada, no hay ánimos para salir a votar, los que prometieron hacer historia y vengar a sus muertos no lo hicieron pero ni en el discurso, aquellos que buscaron levantarse sobre las cenizas de sus antepasados, tampoco lo hicieron y sólo nos queda aquel que nos prometió salvarnos de los males que durante dos periodos nos aquejaron.
Pero no todo es un destino con final previamente pactado, en realidad si hay un atisbo de esperanza y emoción por cumplirse este próximo 2 de junio.
Claramente no es la solución que nos prometió el que muy probablemente va a gobernar, pero sí lo que viene con su cargo que es: la liberación del presupuesto.
Al no tener certeza de quién gobernaría no había manera que la secretaría de hacienda destinara presupuesto para los programas que nos sacarán del estancamiento en el que estamos desde mediados de febrero.
El campo está parado, comercios están entrando en crisis, las pocas soluciones que puede aportar el gobierno interino no serán de continuidad y sólo hasta que tengamos gobernador podremos ver la luz al final del túnel.
¡Eso si es emocionante!
La ausencia de Andrés Manuel en el estado no es ninguna coincidencia, las pocas veces que vino lo hizo con un silencio inmenso, y esta elección pondrá fin a ese atinado olvido para darle paso a una negociación que eventualmente nos de justicia y desarrollo social.
¿Se reactivará el comercio? ¿se apoyará al campo? ¿tendremos desarrollo? ¿se le hará justicia a las zonas rurales minimizadas por una enorme estrella?
Siendo honestos, no lo sabemos. Lo único que de lo que sí tenemos certeza es que la decisión la tomarán aquellos que fueron más allá de la porra, la selfie y el café conspirador que no cambia nada más que la cuenta del que la paga.