En Puebla que si la violencia, que si la inseguridad, que si las casas de citas o que si los empleos; búsquenle por donde le busquen estamos en números rojos.
La semana pasada entró, por fin, el primer gobierno de izquierda en el estado con Barbosa como gobernador, pero lejos de felicitarlo por la tan esperada victoria y toma de posesión del estado, habrá que desearle suerte y bueno, a nosotros otro tanto.
Para muestra de ello están los titulares de los medios locales y nacionales, prácticamente ninguno tiene algo bueno que decir de Puebla y todos hablan sobre las alertas que hemos disparado, por ejemplo: robo a negocio con violencia.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el estado de Puebla preocupa y su capital otro tanto al encontrarse en el tercer lugar nacional con robo a negocio con violencia teniendo registrados mil 202 asaltos solo de enero a junio de lo que va de este año.
Los delincuentes ya no distinguen entre una miscelánea o un gran comercio, van a lo parejo y las autoridades simplemente no están a la altura de las demandas ciudadanas que les exigen a gritos se pongan las pilas porque los comercios están cerrando.
Lamentablemente, ante la falta de acción por parte de las autoridades que se encuentran más sobresaturadas que antes con el tema de los asaltos, los comercios están empezando a cerrar y eso genera otro problema: un golpe a la economía del estado.
El análisis Semáforo Económico Estatal de la organización México ¿Cómo Vamos? señala que Puebla está en sus peores niveles desde hace una década ya que no ha creado empleos formales: el empleo formal es una de las piezas claves para el desarrollo económico. A nivel nacional, durante los primeros seis meses del año, solamente se generaron 289 mil 301 empleos formales cuando, para el mismo periodo pero del año pasado, se generaron más de 400 mil empleos formales.
Esto ubica a Puebla entre las 10 entidades con la más baja generación de empleos estando justo por debajo de Sinaloa, Morelos, Oaxaca o Guerrero.
Este es el estado que recibe el nuevo gobierno de izquierda, uno que al menos en la capital y en los municipios más importantes del estado no ha generado los resultados que esperaban y que nos obligan a cuestionar las estrategias que llevan a cabo, pero
¿Podrá Barbosa poner orden y traer el desarrollo, la paz y el crecimiento prometido?