Meme Yamel/ @MemeYamelCA
Llega septiembre y con ello, los nuevos legisladores se instalan en sus ‘nuevos’ puestos de poder.
Digo ‘nuevos’ porque, ni tan nuevos.
Tenemos en las nuevas legislaturas locales y federales a viejos conocidos, algunos más viejos y otros con las mismas prácticas que tanto aborrecemos.
Uno de los viejos conocidos es José Juan Espinosa, quien fiel a sus usuales prácticas, desvía la atención del público en pobres escándalos de bajo presupuesto y así, evitar cuestionamientos a los que no tiene respuesta.
De los más recientes están los 30 millones, inexplicables, pesos que recibió mientras fue alcalde de San Pedro Cholula.
Sabemos que al menos 10 millones de pesos corresponden al servicio de oficiales de arrendamiento, servicios profesionales científicos y técnicos que no cuentan con firmas autógrafas de los proveedores o de sus representantes legales, lo que deja en la nada la capacidad técnica para prever los bienes o servicios, o como mejor le conocemos en México, dejan en evidencia un claro lavado de dinero.
Vale la pena, incluso, resaltar que mientras José Juan estuvo en San Pedro Cholula se ocupó de brindarle cargos públicos a sus familiares, para ejemplo, su hermana, quien ha vivido bajo su resguardo y cobijo ocupando puestos políticos sin tener la experiencia necesaria para ejercerlos, pero si para cobrarlos.
Es entendible que se encuentre en esa posición de desvarío, ya que no es para menos, el haberlo tenido todo y después perderlo por menos, pues deja graves secuelas.
Mientras José Juan Espinosa estuvo en las filas de Movimiento Ciudadano gozó de un cariño y una protección que lo habrían llevado lejos por parte del mismo Dante Delgado, quien habría puesto las manos en el fuego con tal de hacer que José Juan alcanzara un curul en el Senado.
Esa traición a Dante Delgado le costó caro, el mismo José Juan Espinosa buscó una reunión con Dante Delgado durante la campaña. Llegó a las oficinas de Movimiento Ciudadano esperando ser recibido por la persona que alguna vez le abrió las puertas y el camino en la política.
En ese intento de reunión lo único que encontró fue con la cara de un padre herido que no lo recibiría y quien sin palabras le decía que debía hacerse responsable de sus decisiones.
¿Serán esas decisiones un efecto en cadena que destruya otro proyecto político?