Meme Yamel/@MemeYamelCA
Con una votación que no superó al 32% del listado nominal, culminó un proceso electoral que fue realmente eterno. No duró 90 días, siendo honestos este proceso duró 365, prácticamente un año de campaña que arrasó con la vida de dos personas, con las ilusiones y esperanza de 4 millones de ciudadanos y que lamentablemente culminó con la derrota histórica de la participación ciudadana.
El resultado electoral que hoy tenemos ante nuestros ojos, se decidió en las internas de Morena y los ciudadanos que no querían este resultado se conformaron con ver desde sus hogares lo que pasaba mientras decidieron no participar, decidieron que ganara la apatía y la cruda realidad.
Siendo el medio día, las encuestas de salida marcaban un 70% de abstencionismo, dieron las 3 de la tarde y la gente no salía a votar, las casillas se encontraban vacías e incluso una que otra casilla muy mal ubicada se encontraba cerrada por problemas con los ambulantes que no permitían votar.
Pareciera como si el INE se hubiera confabulado con la clásica partidocracia que caracteriza al sistema para únicamente cumplir con el momento y pasar la página. Y es que lo que hoy se disputa no es la legitimidad de la elección o de la victoria de Morena en Puebla, lo que hoy se discute es la nula democracia que parece no importarle a la gente.
Es lamentable que durante años nos vivimos quejando por los malos gobiernos y que el único día que tenemos para salir a decidir, el pretexto sea: “es que siempre es lo mismo, para que voto” la gente no termina de entender que sin su voto le da oportunidad a los demás partidos de permanecer.
Es un fenómeno muy lamentable en Latinoamérica y es muy vergonzoso que en México seamos víctimas del conformismo y la falta de interés en los asuntos de trascendencia nacional que afectan directamente a nuestras vidas, pero que exista un sobre interés en la vida de personajes de farándula que viven a costa de nosotros y que no nos dan nada más que humo, del que aún no se vive.
Nos quejamos mucho, hacemos poco. El día que los ciudadanos decidan dejar de ser pueblo vulnerable para ser pueblo responsable, veremos cambios reales, cambios en las urnas, cambios en las instituciones y en las personas que operan los mecanismos de un sistema que está tan quebrado como la sociedad que lo conforma.
Este es el pueblo que recibe el nuevo gobernador, uno que seguramente se quejará mucho, pero hará poco, así que
¡Bienvenido Gobernador Barbosa!