Ninguna postura radical es buena para la democracia de este país, ya sea de izquierda o de derecha.
Esto no lo ha entendido Morena aunque en el discurso sus militantes se llenan la boca en decir que respetan las libertades.
¿Por qué?, este domingo 11 de junio quedó demostrado que todos los consejeros nacionales son cómplices de los ataques a la prensa todos los días, desde La Mañanera del presidente hasta los asesinatos que han ocurrido en diversas entidades.
Resulta que en uno de sus puntos, aprobaron que las corcholatas presidenciales deben “evitar participar en medios reaccionarios y conservadores, adversarios de la 4T y partidarios del viejo régimen”.
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¿Qué medios de comunicación entran aquí?, ¿según quién deben ser clasificados como “conservadores” o “reaccionarios”?
Todos los mexicanos han sido testigos de este odio que se ha fomentado contra la prensa.
Si bien han existido malas prácticas durante años en esta relación con el poder, lo único que está logrando Morena es que haya más reporteros agredidos y muertos.
Que quede constancia que ninguno de los gobernadores, diputados y demás funcionarios que participaron en este consejo se opusieron a este punto.
De los aspirantes a la presidencia menos. Sabemos que a ellos solo les importa conseguir la candidatura por este partido.
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Como se esperaba, este punto causó gran polémica entre los medios y sociedad en todo el país, pues solo demuestra que el partido es controlado por unos radicales.
Sí, unos radicales a quienes todos los mexicanos les pagamos sus salarios, pues no solo se paga a los funcionarios públicos militantes de este instituto político sino el propio partido vive de los impuestos a través de sus prerrogativas.
Ojalá que quien suceda a Andrés Manuel López Obrador acabe con esta polarización en el país, no solo el odio fomentado contra la prensa sino contra otros sectores de la sociedad.
Se dice que… Marcelo Ebrard no quedó conforme con las bases establecidas para las corcholatas ya que él insiste en un debate público para que, tanto los de Morena como los de la sociedad, vayan definiendo a quién prefieren de futuro o futura presidenta.
A Claudia Sheinbaum también le disgustó el hecho que deba pedir licencia a la jefatura de gobierno a la Ciudad de México para competir en la interna, ya que su intención era separarse del cargo pero hasta tener asegurada la candidatura.
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