Que lejos de los abrazos y buenos deseos, el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, Eduardo Castillo, cierra el 2023 en medio de reclamos.
Un grupo de reporteros se acercó hace unos días al diputado para pedir condiciones para la cobertura en la sede del Poder Legislativo en calle 5 Poniente Centro Histórico de Puebla.
Resulta que tras la reciente rehabilitación a la llamada ‘área de prensa’ o ‘sala de prensa’, disminuyeron de 20 a menos de 10 los espacios para reporteros y fotógrafos.
Que, en las últimas sesiones del año, a los reporteros los vieron sentados en los pasillos o en el patio del Congreso de Puebla, para editar sus audios, fotografías y videos.
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Dicen que quien sacó provecho de esta problemática es el diputado local y dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, Néstor Camarillo.
El legislador consiguió que se habilitará un ‘área de prensa’ en la vieja sede del PRI municipal, a un costado del edificio del Poder Legislativo.
Al menos ahí los reporteros tienen dónde sentarse y escribir, en tanto alguien resuelve la falta de espacios en el Congreso.
Hace unos 10 años la sala de prensa era muy reducida, con unas cinco o seis sillas y un viejo teléfono, cerca de la oficina del director de Comunicación Social en turno y a unos metros de la sala de sesiones.
Hace pocas legislaturas exdiputados reacomodaron una sala de comisiones, para la nueva sala de prensa, para un mejor desempeño laboral de los representantes de los medios de comunicación.
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Eso se acabó en este 2023, gracias a una persona, la misma que llama a directores de medios para pedir ‘cabezas’ de reporteros, pues es quien pidió reducir espacios en la sala de prensa.
¿Una pista? Es la misma persona que a mediados de 2023 organizó una reunión en un Tarlets del Centro Histórico de Puebla, entre el diputado Eduardo Castillo y reporteros de la fuente.
Esa reunión que acabó mal, cuando reporteros y fotógrafos se levantaron tras recibir charolas con un jugo y un sándwich, hecho que documentaron con fotografías en redes sociales.
Esa vez la persona repartió culpas a sus compañeros, para justificarse con su jefe.
Los reporteros lo único que piden es que los dejen trabajar y que no los traten con altanería, ni que los manden a espiar.
Se dice que esta persona tiene a un ‘oreja’ que ve y escucha todo lo que dicen los reporteros de la fuente, para reportárselo.
¿Feliz año 2024 en el Poder Legislativo?