Algo grave ocurre en la delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), pues el director de zona, Alfredo Torres Campos, ha clasificado a los empleados como de primera y de segunda.
Y es que el pasado 20 de marzo, citó al personal para darles a conocer que ante la pandemia del coronavirus, los trabajadores de base se van de cuarentena a partir del 23 del mismo mes por lo que solo deben laborar los de confianza.
Esta decisión ha provocado gran inconformidad en la delegación, no porque los empleados se nieguen a trabajar, sino porque no hay protocolos ni condiciones para hacerlo ya que la indicación es seguir atendiendo a víctimas de abuso.
Incluso entre los trabajadores corre la versión de que quienes están aislados son de carne y hueso y ellos no.
En resumen, el 60 por ciento de la base laboral se le está revelando al director.
Ojalá intervenga la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Conapred, pues aquí hay un acto de discriminación.