Luis David García / @garcia_s23
Ante audiencias escépticas a la publicidad más tradicional, la figura de los influencers en redes sociales ha crecido de manera exponencial ayudando a que marcas y productos lleguen a nuevos nichos, ocasionando que al menos el 75 % de las empresas a nivel globlal invirtieran en este rubro durante el último año.
Las proyecciones de ganancias para los youtubers y líderes de plataformas como Instagram y Twitter podrían alcanzar hasta los 10 millones de dólares para 2022 según un estudio realizado por la plataforma SocialPubli, pero ¿estas estrategias de comunicación son realmente efectivas para las empresas, marcas o incluso los políticos?
De acuerdo con la agencia de publicidad Collective Bias, una de las más grandes a nivel mundial, el 70 por ciento de las decisiones de compra entre los consumidores son guiadas por las recomendaciones de personas a quienes consideran sus pares y además revela que 7 de cada 10 personas en México sigue a través de distintas plataformas al menos a un influencer.
No obstante, recientemente se dio a conocer que el 61 por ciento de los consumidores que sigue a estos nuevos famosos, perfiles de personajes, o líderes de opinión, no toma en cuenta las recomendaciones que este realiza sobre las marcas que promociona; de ese porcentaje el 32 por ciento no los considera en absoluto.
De acuerdo con SocialPubli tres de cada diez profesionales aplica el marketing de influencers como una estrategia continua en su departamento. Además, la promoción de contenido es el principal objetivo que buscan alcanzar (35.4%), seguido del lanzamiento de nuevos productos (34.2%) y la difusión de eventos (20.3%).
A pesar de las estrategias bien diseñadas el impacto de los perfiles se ha reducido y nadie puede negarlo, la muerte de los grandes influencers está dictaminada; hoy se convierten en un producto más que se diluye y que se va transformando, que va cayendo a los microinfluencers con la excusa de la micro-segmentación y de mayor número de impactos a menor cantidad de gasto.
No todo está definido para esta área de desarrollo en el país, ya que de acuerdo con el estudio de la Asociación Mexicana de Internet sobre Hábitos de consumo de los usuarios en México 2019, hay más de 82.7 millones de usuarios en el país que tienen servicios en línea y existe una penetración del internet del 71 por ciento, aunque sólo 22 por ciento de ellos interactúan con la publicidad en línea, 11 por ciento menos que en 2018.
Esto significará, para las marcas, búsquedas mucho más exhaustivas de quienes pueden ser colaboradores de valor para sus estrategias, asunto que crecerá en complejidad si se considera que el entorno de los “influencers tradicionales” parece comenzar una racha de saturación.
¿Tú a quién sigues?