Algo que ni el Fondo de Cultura Económica, ni cientos de casas editoriales, best sellers, o el libro vaquero habían logrado se ha registrado como un fenómeno de consumo ante la contingencia y la cuarentena implementada en México se ha manifestado de manera extraordinaria; de a poco, pero muy poco, el Covid-19 ha logrado incrementar los tiempos y hábitos de lectura en el país.
Este hecho histórico no sólo se registra en la gran Tenochtitlán, la tendencia una vez más viene de países europeos que han registrado incrementos significativos en la lectura; con el cambio en los hábitos por la contingencia también vinieron cambios en el comportamiento de los consumidores. Estas nuevas propensiones son producto del encierro y de la necesidad de las personas que han tomado la determinación de mantenerse en casa.
La llegada del virus ha modificado los hábitos, según el estudio realizado por The Human Trace, los minutos de lectura diario de los usuarios frente a los portales ha aumentado en un 38 por ciento, siendo los medios de mayor reconocimiento o prestigio los que han capitalizado de mejor manera esta situación.
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Los mismos números podrían verse reflejados en la compra de libros de manera digital y física, la finalización de lecturas o la relectura de libros existentes en casa, además, la generalidad y similitud de circunstancias han marcado tendencias significativas y aplicables en todos los países afectados.
La necesidad de información hace la migración a la lectura más palpable, las actualizaciones, el home office y el confinamiento son algunos de los elementos fundamentales en la permanencia y número de clics en las plataformas; en países como España los usuarios en medios digitales se han aumentado en un 9 por ciento durante las primeras semanas de marzo apunta el estudio.
En México ocurre algo similar y los anuncios realizados por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) avalan y corroboran la teoría, ya que realizó un llamado a los usuarios para reducir en medida de lo posible el consumo de servicios por internet y desplazar a hacia la noche el uso de los servicios de video juegos on line y de streaming que registran casi el 50 por ciento de contenidos consumidos según Statista.
Los hábitos de lectura de los mexicanos están por los suelos y se disputan el penúltimo y el último lugar dentro de 108 países evaluados. Según el Módulo de Lectura (Molec), hay cada vez menos lectores. En los últimos cinco años, el porcentaje de población que leyó alguna publicación representa un decremento aproximado a los 10 puntos porcentuales. Mientras que en 2015 se registró un 84.2 por ciento, en 2019 registró un 74.8 por ciento.
Los encuestados aseguraron que las principales razones para no leer son la falta de tiempo, con un 47.9 por ciento, además del desinterés en la lectura con 21.7 por ciento, lo cuál se modificaría ante el Covid-19, esto es una pequeña esperanza, una luz al final del túnel para incrementar las cifras con relación a la lectura.
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Existen teorías científicas e incluso filosóficas que señalan que la formación de un hábito tarda entre 21 y 66 días; la realidad es que depende de la insistencia, la perseverancia y el interés por mantener el hábito realizándose. La cuarentena sería el pretexto perfecto y la tendencia nos anima a retomar el libro que no terminamos, a hojear de nueva cuenta la novela que nos marcó, a descubrir un nuevo autor o a seguir la recomendación de algún amigo. Será tiempo también de mantenernos informados, de consultar con mayor detenimiento la información evitando noticias falsas y estando al tanto de lo que ocurre en nuestro entorno.
Finalmente, cabe señalar que los mexicanos leen 3.3 libros anualmente y son los hombres quienes más leen, con 78.1 por ciento de los encuestados, sobre un 71.7 por ciento de las mujeres; en los libros lo más consumido es la literatura con 42.5 por ciento, seguido de materias relacionadas con alguna materia o profesión, libro de texto o de uso universitario con 34.1 por ciento y de temas de autoayuda, superación personal o religioso con 26.6 por ciento.
El estudio realizado señala que el 12 por ciento de los encuestados aseguró haber leído un libro electrónico de manera reciente.
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