teatro del pueblo
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Estamos a cuatro días de la jornada electoral más atípica que hayamos vivido, la más complicada en cuanto organización, apatía y baja participación ciudadana, presupuesto muy ajustado causado por un enorme recorte financiero, inseguridad, nuevos mecanismos de defensa para la participación libre de violencia y discriminación de las mujeres candidatas, así como también se estrenan cuotas que es el tema central de esta columna, y por supuesto no podemos dejar de lado quizás el que movió todos los escenarios para garantizar las condiciones de sanidad y prevención de la propagación del virus SARS-COV2 Covid-19.

El próximo 06 de junio ya sabemos los cargos a elegir, pero en medio de toda esta vorágine de personas que se postularon, que impusieron o que simplemente no saben cómo es que llegaron a que se plasmaran sus nombres en las boletas electorales y que, además muchos ellos y ellas forman parte de un sistema de nepotismo, de herencia del poder, de “favores”, de “cumplir números o la paridad” y que simplemente vemos los mismos rostros, mismos apellidos y mismas historias, con “propuestas”, que muchas de ellas son recicladas, pirateadas, ilógicas, y pocas veces realizadas; al menos algo rescatable, observable, aplaudible y objeto de reconocimiento es la participación activa de las personas con discapacidad en este Proceso Electoral Concurrente 2020-2021. Esta acción afirmativa hoy es una realidad gracias a los colectivos que pusieron el dedo en la llaga para que hoy el Instituto Nacional Electoral (INE) entregará la llave de la participación democrática igualitaria a esta parte poblacional de “cuotas” (así como paso con las mujeres), ahora los partidos políticos sí o sí tuvieron que incluir dentro de sus listas de candidaturas al menos a nivel federal a personas con discapacidad cual fuera, pero ¡ojo! se tenía que comprobar mediante dictamen médico o documentos oficiales que avalan esta condición, porque ya nos la sabemos que para hacer trampa las y los políticos se la saben y la aplican, así que para que estas posiciones se lograran fue mediante minuciosas revisiones de expedientes de y los aspirantes.

De allí por las fisuras se lograron colar más personas con discapacidad en planillas y candidaturas de diputaciones locales, al menos en las suplencias y una que otra titularidad en todos los partidos, en todos los municipios, ahora vemos a candidatos  con discapacidad recorriendo calles, entregando propaganda, haciendo iniciativas, propuestas y acciones a favor no solo de quienes tenemos esta condición, sino de la población en general, debatiendo, y haciendo lo que desde hace mucho tiempo era una necesidad, el vernos allí representadas y representados. En los próximos comicios veremos a 97 mexicanos con alguna discapacidad a nivel federal de los cuales 106 cubren candidaturas ya sea por mayoría relativa o representación proporcional, si los números no le cuadran, no se preocupe, la diferencia se debe a que 9 candidatos se presentaron doble, es decir por RP o MR en alguna de las circunscripciones del país.

El partido que más candidaturas de personas con discapacidad impulso fue Movimiento Ciudadano MC con 18 inscritos, seguido del “nuevo” Partido Encuentro Solidario PES con 17, Fuerza por México con 13; Partido del Trabajo PT, 12; Morena 9; la coalición Juntos Hacemos Historia 8; Partido Verde 8; el Partido Revolucionario Institucional PRI 7; Redes Sociales Progresistas RSP 4 y Va por México con 1.

Y así es como vemos que las personas con discapacidad hoy estamos más presentes que nunca y que los partidos “nuevos o chiquitos” van en esta lucha de inclusión y claramente los partidos de antaño y con grandes estructuras y millones en el presupuesto, la cantidad de candidaturas de personas con discapacidad es muy baja, y pareciera que no quieren soltar estos espacios, ¿Cómo andamos en Puebla con las diputaciones federales? encontramos que: no se registró a ningún candidato o candidata con discapacidad por mayoría relativa, sino por la vía plurinominal, cosa que no es tan favorecedora ya que, aunque se dieron las candidaturas los números no serán benévolos, las demás personas como bien lo dije anteriormente están como suplentes en planillas a regidores o diputados locales.

Algo es algo, tenemos mucho que decir, incidir, proponer, y sobre todo hacer para que más personas con discapacidad hagan valer sus derechos políticos electorales reconocidos no solo en nuestra Carta Magna, sino también en la Convención Sobre los Derechos de las Personas con discapacidad en por lo menos 3 artículos así como en su Protocolo Facultativo, y otros tantos marcos normativos.

Los partidos políticos sin duda tienen una larga chamba ya que como siempre digo: “no basta la intención para generar inclusión” hay que tener voluntad y oficio político si queremos que esto funcione dentro y fuera de cada entidad política, nosotros como ciudadanía tenemos la obligación de participar activamente en este ejercicio de votar sin discriminar a las personas por alguna condición física, mental o sensorial distinta al resto, y es importante recordar que además de ser un derecho el voto, es también una obligación por el simple hecho de ser mexicanos. Además, las personas con discapacidad tenemos la ardua tarea de valorar cada una de las propuestas que candidatos con o sin discapacidad ponen a nuestro alcance para que en verdad dejemos de ser esta parte pequeña de la sociedad que deja que decidan por nosotros.

¡Las personas con discapacidad sumamos, contamos, votamos y queremos ser votadas!

Por Dulce Belem Zavala/ @dbperzaval

LA VILLA
Dulce Zavala

Dulce Belem Zavala

Consejera, conferencista y capacitadora en temas de inclusión, DDHH, discapacidad y genero, mujer joven con discapacidad originaria de CDMX radicando en Puebla desde hace 25 años, activista a favor de...