Las personas con discapacidad celebramos las acciones afirmativas que están siendo diseñadas e implementadas por el INE y que segura estoy serán progresivas a favor de la garantía de los derechos políticos electorales de todas y todos nosotros, el Instituto Nacional Electoral ha fijado una postura firme en el acuerdo INE/CG18/2021 atendiendo y entendiendo la sentencia dictada en el expediente SUP-RAP-121/2020 y acumulados por la Sala Superior del TEPJF que solicita se integre a grupos de personas históricamente discriminados y segregados en muchos aspectos y actividades de la vida cotidiana, así como en la participación activa de la democracia, aún más, en la aportación pública y directa para ser también electos y electas.
Si bien, podían votar desde hace muchos años, y en 2018 se abre la puerta de par en par a personas con discapacidad para participar como Funcionarios de Mesa Directiva de Casilla (FMDC), con protocolos y mecanismos puntuales para su pleno desarrollo en este ejercicio que cada tres años realizamos como mexicanos.
Ahora, no solo conformes con esto, muchos colectivos, organizaciones y asociaciones civiles, instituciones educativas y ciudadanía en general pedimos cuotas para la participación no solo como votantes o como funcionarios de casilla, sino también como candidatos y candidatas.
Miremos un poquito en nuestros legisladores y legisladoras actuales, y cuestionemos lo siguiente: ¿alguno/a tiene discapacidad? ¿Es persona TRANS? ¿Cuántas personas son integrantes de comunidades indígenas? ¿Cuántos y cuantas son menores a 30 años? ¿Quién de ellos o ellas son afrodescendientes? Pues si acaso se nos vendrá a la cabeza solo unos 7 nombres por todas las preguntas hechas, y no lo culpo a usted que me lee, si no a la falta de mecanismos y propuestas que apoyen a la no discriminación e inclusión de la participación de los grupos minoritarios pero no por ello menos importantes, en esta acción afirmativa implementada por el Instituto Nacional Electoral se reafirma un compromiso sólido y que sin duda alguna rompe paradigmas al instalar la cuota de participantes de 8 personas con discapacidad en las contiendas electorales por los 300 distritos electorales federales, siendo así tan solo el inicio de la inserción de este sector.
Para ir cerrando considero que este tipo de cuotas también es arma de doble filo y que es triste ver en este 2021 que la inclusión de personas con discapacidad sea solo con cuotas y no con voluntad política o en este caso partidista, y que, aunque todos los partidos políticos dicen ser inclusivos, empáticos y que aceptan a toda militancia y toda intensión de participación en la realidad o practica es totalmente a lo que se dice.
Es tiempo de sumar esfuerzos, apoyar a los organismos autónomos garantes de la democracia para que se continúen fomentando políticas públicas a favor de los grupos vulnerados e invisibilizados, para que en lo que resta de este proceso electoral sean incluidos en las planillas.
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