Y... Si no andaban muertos, ¿seguirán de parranda?

Yván Vargas/ @LAWNAVY

¡Buen inicio de semana a todos nuestros apreciables lectores!

Retomando la nota de la semana pasada debemos recordar que el 24 de diciembre, por la tarde, la sociedad poblana se estremecía con la noticia de que en un accidente aéreo la gobernadora del Estado y su esposo habían perecido junto con otras tres personas. De inmediato, comenzaron una lluvia de mensajes por redes sociales donde se dividían las opiniones al respecto.

Había quienes se lamentaban profundamente la pérdida de dichos personajes, inclusive algunos festejaban y se alegraban de tan desgraciado hecho, lo cierto es que todo este evento de manera incontrovertible debemos estimarlo como en extremo lamentable y me refiero a que sí, efectivamente perecieron las cinco personas, por el solo hecho de hablar de pérdidas de vidas humanas y de igual manera si las teorías de conspiración fueran ciertas, por lo que estaríamos hablando de cosas muy lamentables, al pretender con un funesto accidente aparentar la muerte y con esa estela de humo distraer la mirada de la sociedad y de las autoridades, ocultando circunstancias como: enriquecimiento ilícito u otras tantas conductas consideradas por la ley como delitos.

La información que se tiene de este evento es muy variada y no se sabe con certeza el rumbo de las investigaciones; no obstante, lo poco que sabe, mismo que es manejado por los medios, se despierta la suspicacia de lo que realmente acaeció.

Un ejemplo, se dice que la aeronave salió del helipuerto del triángulo de las Animas; empero por el lugar donde se encontraron los restos del helicóptero y el supuesto tiempo de vuelo no corresponde, empero si fuentes extra oficiales refieren que el helicóptero hizo una escala en un fraccionamiento conocido como puerta de hierro, y de ser cierto en ese lugar pudieron descender tanto la Gobernadora como el Senador Moreno Valle.

Por otra parte, es curioso que las fotografías que corrieron por todos los medios de comunicación únicamente mostraban la parte de la cola del helicóptero, lo que resulta curioso, pues prácticamente debió literalmente explotar de una forma intempestiva y de tal magnitud que solo esa parte hubiese quedado intacta.

Otra circunstancia que no puede pasar desapercibida es la rapidez con la que aparentemente se debió elaborar la necropsia de los cinco cuerpos, ya que en menos de doce horas permitieron que la funeraria se llevara los cuerpos y que estos fueran cremados, borrando así, la posibilidad de que se practicaran estudios en el área de la criminalística.

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Ahora bien, si los cuerpos quedaron carbonizados como los medios informaron, ¿cómo es posible que cierto personaje de la política, asociado con el secretario de seguridad publica fueran quienes reconocieran los cuerpos en el lugar del accidente, de acuerdo con algunos medios digitales?

Si bien, la idea de que este lamentable incidente se esté utilizando políticamente, convirtiéndolo en un show político y mediático realmente eriza la piel; la sociedad merece saber qué es lo que pasó, pues es innegable que el Señor Rafael Moreno Valle, era una persona brillante y en extremo ‘maquiavélicamente’ inteligente, y si esto es un ardid como algunas corrientes manejan, para evadir responsabilidades legales y políticas que se demuestren científicamente y de manera incontrovertible, pues la sociedad poblana merece saber la razón y por el contrario, si él y su esposa perecieron en realidad, que Dios los acoja en su seno.