Keren Reyes/ @keren_kelly
En México, la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establece que las personas menores de 18 años tienen derecho a una vida libre de violencia, a la integridad personal y a no ser víctimas de ninguna forma de maltrato, abuso o explotación.
México ocupa el primer lugar en abuso sexual, violencia física y homicidios de niñas, niños y adolescentes menores de 14 años.
En este año, se presentó en México el Estudio del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños y el Informe Nacional sobre Violencia y Salud. Según el Informe Nacional, 2 niños con menos de 14 años mueren cada día a causa de la violencia en México.
Ambos estudios tienen como propósito principal hacer recomendaciones encaminadas a la prevención y eliminación de todas las formas de violencia contra los niños y las niñas, constituyendo un fuerte llamado a las instituciones gubernamentales y a la sociedad, en su conjunto, de atacar este problema con urgencia.
En nuestro Código Penal, el artículo 278 sexies refiere a los menores que están siendo hostigados sexualmente y por su parte, el artículo 278 octies habla de la necesidad de denunciar tal proceder. El no acudir a la autoridad competente para denunciar el hecho y evitar la continuación de las conductas era castigada de dos a siete años de prisión, lo que deja patente el seguimiento y continuidad que requiere como victima y el atreverse a denunciar por parte de las autoridades.
Lo anterior es solo un ejemplo de lo que podemos vivir diariamente, los niños son la alegría de nuestros hogares, y esto es una de las mayores aspiraciones de nuestra sociedad.
Ahora bien, la violencia contra los niños no conoce límites de cultura, clase o educación como se ha referido anteriormente: el amor y sonrisa de un niño lo cura todo.
Pero, ¿Qué es el maltrato?
La UNICEF ha referido lo siguiente:
“El maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil”.
El maltrato infantil causa alteraciones en la salud mental y física que perduran toda la vida, y sus consecuencias, a nivel socioprofesional pueden, en última instancia, ralentizar el desarrollo económico y social de un país.
Es deber de la familia, la comunidad a la que pertenecen, del Estado y, en general, de todos los integrantes de la sociedad, el respeto y el auxilio para la protección de derechos de niñas, niños y adolescentes, así como garantizarles un nivel adecuado de vida, por que después de golpes, de sueños destruidos, en general maltrato, se consigue, en muchos casos, retomar acciones poco favorecedoras al futuro de un menor.
Por eso, lo que debiera ser una felicidad eterna se torna en una sonrisa destruida, por el maltrato y abuso infantil, que en cual sea de sus aristas, se torna complejo su trato.
Foto: Posta