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La decadencia de la humanidad y la necesidad de creer…

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Yván Vargas/ @LAWNAVY / @SIDECALI

Buen inicio de semana tengan todos nuestros apreciables lectores.

En esta semana abordaremos un tema que en semanas pasadas salió a la luz pública el tema relacionado a una secta conocida como NXIVM.

Para una mejor concepción del tema debemos iniciar estableciendo la definición de secta.

El concepto de secta es aquel que se usa normalmente para referirse a un grupo de personas que mantienen diferentes elementos compartidos y que se mantienen aislados del resto de la sociedad por no compartir con ella rasgos importantes en lo que respecta al modo en que se entiende la realidad. Las sectas pueden organizarse con fines lúdicos o de placer, mientras que otras se organizan con fines políticos o de mayor alcance, como grupos de sociabilidad.

Las sectas poseen algunas características comunes que las hacen especiales y distinguibles del resto de los grupos que se pueden formar en una sociedad. Uno de esos elementos es la condición limitada de participación que desarrollan. Esto significa que no cualquiera puede pasar a formar parte de ellas sino que los interesados deben cumplir con ciertos requerimientos tales como rasgos personales o con el cumplimiento de ritos de pasaje e iniciación que varían de secta en secta.

Otro elemento común de las sectas es que siempre buscan mantener cierto nivel de privacidad, por lo cual muchas veces su existencia no es conocida por todos, sólo se habla de ellas en algunos espacios y círculos muy reducidos. Esto hace que sus miembros se vuelvan   relevantes ya que cada uno está ahí por razones específicas y no por inercia.

Sentado lo anterior, la denominada secta NXIVM fue creada hace dos décadas como una organización motivacional en Nueva York por Keith Raniere, quien presume ser el hombre más inteligente del mundo con un coeficiente intelectual (IQ) de 240.

El “gran maestro” ofrecía sus enseñanzas de autoayuda a través de su Programa de Éxito Empresarial (ESP por sus siglas en inglés), desde el cual reclutó algunas de sus esclavas sexuales.

Keith Raniere fue arrestado en una lujosa villa a las afueras de Puerto Vallarta (Jalisco). El caso de la secta fue destapado por The New York Times, que en octubre de 2017 publicó un artículo con el testimonio de dos mujeres que consiguieron huir.

Raniere comparece ante un juez federal de Fort Worth (Texas, EU) acusado de tráfico sexual y de someter a otras personas a trabajos de esclavos entre otros cargos por los que se enfrenta a una posible condena a cadena perpetua.

Lo grave del asunto es que, a través de las investigaciones, han salido a la luz pública los nombres de diversas personalidades dentro de las cuales figuran los nombres de algunos mexicanos cuyos apellidos connotados mueven a la inquietud y preocupación social.

¿Quiénes son los mexicanos involucrados con la secta Nxivm?

En esta comunidad, de acuerdo con la investigación del diario estadounidense The New York Times, se encuentran involucrados al menos siete mexicanos, que destacan por su posición económica y de los cuales dos son hijos de expresidentes.

En la lista aparecen Occelli y Ana Cristina Fox, hijos de los expresidentes mexicanos Carlos Salinas y Vicente Fox, respectivamente.

Además, figura Rosa Laura Junco, descendiente del fundador del diario Reforma, quien supuestamente compró una casa en Waterford, Míchigan, donde se realizaban rituales de la secta NXIVM.

Esa acusación fue realizada por la cofundadora de NXIVM, Nacy Salzman, quien según la edición de hoy del diario mexicano, “testificó que descubrió que todo el círculo íntimo, con excepción de Junco, habían tenido o estaban en una relación sexual con Raniere”.

La cofundadora también indica que la casa, propiedad de Junco, era empleada para reuniones frecuentes, en las que algunas veces se desvestían para enviarle fotografías a Raniere, quien pedía ser llamado “Vanguard”.

En ese lugar, además, había planes para construir un calabozo en el sótano, de acuerdo con Salzman.

Otra mexicana involucrada en esta secta es Loreta Garza Dávila, empresaria de Nuevo León, Monterrey, quien estaba al frente de la escuela “Rainbow Cultural Garden” y cuyas hermanas Carola y Jimena, también han sido acusadas de complicidad.

La lista sigue con Daniela Padilla, Camila Fernández y Mónica Durán, quienes son señaladas como maestras del primer círculo de la Dominant Over Submissive (DOS), hermandad secreta creada a fines de 2016 y que coexistía al interior de NXIVM.

El caso fue destapado por The New York Times, que en octubre de 2017 publicó un artículo con el testimonio de dos mujeres que consiguieron huir de la secta, se calcula que fueron captadas cerca de 16 mil personas para unirse a la misma.

Este es el momento donde nosotros como sociedad debemos pugnar por que se hagan un verdadero trabajo de investigación y de resultar ciertas las afirmaciones que vinculan a estos mexicanos con actividades ilícitas, se proceda conforme a la ley y no queden impunes los posibles hechos que la ley prevé como delitos bajo el auspicio del “peso” de los apellidos de estos personajes mencionados pues no debemos pasar por alto que “Si el río suena, es porque agua lleva”…

 

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Foto: Milenio

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