Iván Tirzo/ @TirzoIvan
Rafael Moreno Valle ya salvó su pellejo.
Esa es la lectura que hacen morenistas y panistas tras el nombramiento que recibió como coordinador de la fracción del PAN en el Senado de la República.
Desde esta posición podrá negociar con el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, con quien sostiene una buena relación, para que los diputados locales de la coalición Juntos Haremos Historia en el Congreso de Puebla no abran sus cuentas públicas en su periodo como gobernador de Puebla, como lo ha exigido José Juan Espinosa.
Otra lectura es que este nombramiento refleja una aparente negociación entre el poblano y la cúpula de quienes encabezan la cuarta transformación en México, para que como premio de consolación no revisen su cuentas.
Esto a cambio de una eventual anulación de la elección del 1 julio.
Quienes pronostican la revocación sostienen que Moreno Valle no lo puede tener todo a su favor: coordinación de senadores panistas y gubernatura para su esposa Martha Erika Alonso.
Esto bajo la premisa que los izquierdistas buscan acabar por completo con el morenovallismo en Puebla.
Es muy obvio que más allá del tema legal, los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf), quienes sesionarán esta semana, esperaron un acuerdo político de muy arriba.
Qué casualidad que la sesión se vaya a programar en las últimas horas del gobierno de Enrique Peña Nieto y en la antesala en la que Andrés Manuel López Obrador espera rendir protesta como presidente de México.
Todo está arreglado, insisten algunos políticos locales, quienes añaden que ya sea que se anule o se ratifique la elección, será una señal contundente que quien ya gobierna desde hace unos meses este país es López Obrador, porque este asunto ya pasó por sus manos y él ya resolvió cuál será el sentido del fallo de los magistrados electorales.