La protección que en gobiernos anteriores se dio a notarios públicos se va a terminar en la actual administración. ¡Ya era hora! Porque las quejas contra fedatarios prepotentes y abusivos están a la orden del día en Puebla.
El gobernador Miguel Barbosa hizo bien en otorgar facultades a la Consejería Jurídica, que está a cargo de Ricardo Velázquez Cruz, para vigilar el debido funcionamiento de las Notarías.
El consejero tiene un caso fresco, el de Silvia Hernández Aguilar, titular de la Notaría 1 de Huejotzingo, contra quien ha habido protestas de clientes, quienes la acusan de malos tratos y retrasos en los trámites de escrituración.
En la misma línea están sus abogados, quienes laboran en su despacho y son los facultados de hacer el papeleo y los movimientos legales.
Todo un calvario resulta contratar un servicio o trámite con esta fedataria. Los licenciados están bien entrenados para hacer sufrir a los clientes, quienes lo que buscan es certeza legal.
El calvario comienza cuando un abogado ofrece hacer, por ejemplo, un trámite de escrituración en un periodo de uno a tres meses.
En ese momento pide la mitad o más del total del costo del servicio. Al paso del tiempo, en mención, comienza a dar excusas al cliente: o es el cambio de las administraciones municipales, o que no hay citas, o que está muy ´difícil’ el caso.
Después, los abogados no contestan los teléfonos ni los mensajes por WhatsApp, en el teléfono de la oficina las recepcionistas son cómplices pues dicen que el licenciado se comunicará con el interesado. Y su respuesta es: “Ya va avanzado el tema”.
Pasa un año o más y no hay nada resuelto y mientras, el cliente no puede invertir en su propiedad, porque no tiene certeza legal, por la desconfianza de tantas tranzas heredadas por otros notarios en Puebla.
En marzo pasado un grupo de clientes se manifestó frente a la Notaría Pública 1 ubicada en el centro de Huejotzingo, donde varias personas acusaron que llevaban hasta 3 años en espera de la resolución de sus trámites por los que pagaron.
Y en ese lugar solo reciben tratos déspotas cuando acuden personalmente a reclamar por un servicio que ya pagaron, y podemos citar varios casos, si la señora Silvia dice que no es cierto, ahí está por ejemplo en el archivo el trámite con número de Folio 6708.
Los notarios estaban acostumbrados a la protección de los viejos gobiernos, esperemos que la Consejería Jurídica los meta en cintura.
