Iván Tirzo/ @TirzoIvan
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) confirmó, lo que en esta columna di a conocer el pasado 12 de septiembre, sobre el adeudo millonario de empresarios libaneses instalados en Puebla.
Se trata de dueños de textileras de apellido Miguel, quienes deben no 25, sino 27 millones de pesos por concepto de cuotas patronales. Estas personas dejaron de pagar sus contribuciones al IMSS desde el año 2004.
En 14 años los delegados en Puebla de esta institución no procedieron en contra de estas personas.
Fue hasta este hasta 2018 –como le adelanté hace dos semanas- cuando al fin fueron congeladas las cuentas bancarias de los empresarios.
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Porque esta situación deja desprotegidos a los trabajadores de las textileras instaladas en los municipios de Puebla y Tehuacán.
El área de comunicación de la Dirección General del IMSS aseguró a este reportero que las cuentas permanecen congeladas, debido a que el adeudo correspondiente está pendiente de pago.
Asimismo, dio a conocer que la Subdelegación de Puebla Sur, solicitará al banco respectivo, la transferencia de recursos de la cuenta congelada al IMSS para el pago parcial del adeudo.
El 28 de agosto de 2018, la citada Subdelegación llevó a cabo el embargo de la empresa del deudor.
El 29 de ese mismo mes, la referida Subdelegación nombró al representante legal del deudor como interventor con cargo a caja, a fin de que, como lo señala el Código Fiscal de la Federación, retire el 10% de los recursos obtenidos por el deudor y los entere al IMSS hasta cubrir el adeudo.
También aseguró que el director general, Tuffic Miguel Ortega, no conoce ni tiene relación alguna con los empresarios aludidos. Y afirmó que tampoco ha celebrado reunión con dichos empresarios para tratar la situación de las compañías referidas.
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Resuelto este asunto ahora falta que en el IMSS hagan una revisión del perfil de los mandos que tienen en la delegación en Puebla.
Se los comento porque de forma particular hay quejas contra Gerardo Corte, quien tiene un puesto de segundo nivel, por el que tiene una percepción económica de 35 mil pesos mensuales, a pesar de no tener una carrera profesional.
Gerardo entró a la delegación por Enrique Doger, a quien traicionó, tras cobijarse en el actual líder sindical, Francisco Javier Torres Centeno, a quien constantemente lo han señalado por supuesta venta de plazas.