Iván Tirzo/ @TirzoIvan
El diputado federal por Morena, Héctor Jiménez y Meneses, se ha tomado con calma su inclusión en la terna propuesta por la coalición Juntos Haremos Historia en el Congreso del Estado, para elegir gobernador interino de Puebla.
Mientras los diputados locales Héctor Alonso Granados y Gabriel Biestro Medinilla se promocionan, e incluso el primero de ellos difunde su plan de gobierno para un interinato de cinco meses, Jiménez mantiene la cabeza fría.
Para no confrontarse con los morenistas, ni con quienes integran el grupo barbosista, espera la señal política que vendrá de la Ciudad de México. ¿De dónde más? De la Presidencia de la República.
Héctor Jiménez no busca ser candidato para concluir el periodo inconcluso que dejó Martha Erika Alonso Hidalgo, tras su muerte en un accidente aéreo el 24 de diciembre de 2018.
La trayectoria política de Jiménez y Meneses es su mejor carta de presentación. De 1975 a 1977 fue procurador federal del trabajo en el sexenio del ex presidente de México, José López Portillo.
Fue secretario de Gobernación en el sexenio del ex gobernador de Puebla, Melquiades Morales Flores. Ha sido delegado federal, diputado, académico y es notario.
Su carrera la hizo en el PRI, partido al que renunció en febrero de 2018. Su salida fue sin confrontaciones, se despidió con agradecimientos para participar como candidato a diputado federal por Morena en el distrito de Atlixco, ganando la elección del 1 de julio.
Héctor Jiménez tiene más puntos a su favor que Alonso y Biestro que le favorecerían a Miguel Barbosa en la elección extraordinaria en este 2019.
Si Barbosa quien es su amigo desea ser el candidato a gobernador, le es más útil Jiménez que Biestro. Biestro es un político joven con presencia solo entre la militancia de Morena y un enemigo de los panistas.
Jiménez mantiene la amistad con los priistas principalmente del grupo de Melquiades Morales, que en una elección cerrada entre Morena y el PAN, le representarían votos a Barbosa.
A Barbosa le sería más fácil obtener los votos de los priistas en el Congreso de Puebla para Jiménez y Meneses, que para Biestro Medinilla o Alonso Granados. Una alianza entre morenistas y priistas dejaría sin opciones a los panistas de hacerse de la gubernatura interina.
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