Si ustedes son de aquellos que admiran los paisajes, grábense muy bien el que aún se puede ver en Tepeaca, cuando circulen por la carretera federal o la autopista Puebla-Orizaba.
Ese enorme cerro donde Cemex tiene capacidad para producir cuatro millones de toneladas de cemento al año, pronto no será el mismo.
Los arreglos comerciales van muy avanzados entre el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y la empresa.
Es un asunto de semanas para que vean mucho mayor movimiento en carreteras poblanas, de convoyes de tráileres transportando cientos de toneladas no solo de cemento, sino de cal y varilla.
El primer objetivo es Santa Lucía donde se construye el aeropuerto internacional que llevará por nombre ‘Felipe Ángeles’.
Si bien las obras iniciaron en octubre de 2019, amparos en contra del gobierno de AMLO detuvieron parte de los trabajos.
Con las licitaciones terminadas, el gobierno va con todo para avanzar en la construcción del nuevo aeropuerto.
La ubicación de Puebla es estratégica para la transportación de material de construcción. No solo de Tepeaca sino de la capital poblana se transportarán cemento, cal y varilla.
El siguiente objetivo es el tren maya, también el material se producirá en Puebla para el sureste mexicano. Aún se están definiendo las rutas para llevar el material a los estados por donde cruzará este medio de transporte.
Hay versiones que en Apizaco, Tlaxcala, se fabricarán los durmientes para el tren maya. De tal modo que empresas instaladas en Puebla y Tlaxcala se verán beneficiadas con dos de los proyectos del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Si bien el cerro de Tepeaca es enorme y pasarán décadas o siglos para que se lo acaben, va a tener una transformación enorme cuando retiren cientos de toneladas de cemento para las obras de AMLO.
