Iván Tirzo/ @TirzoIvan
Por la memoria de la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo pudiera pensarse que al interior del gobierno estatal cerraron filas.
No fue así. Desde que Jesús Rodríguez Almeida funge como encargado de despacho en la administración estatal, se registraron despidos masivos en las dependencias.
La consigna fue contra todos aquellos que huelan a galismo. En la administración no quieren dejar a nadie que tenga que ver con el ex gobernador Antonio Gali.
Los fuereños que ocupan cargos de primero y segundo nivel son los más despiadados contra el personal.
Quienes han sido víctimas de los funcionarios que rindieron protesta el 14 de diciembre pasado, aseguran que tras la muerte de la gobernadora suman más de mil burócratas despedidos.
Los trabajadores que fueron lanzados a la calle se están organizando para proceder por la vía legal.
Estas mismas personas se preguntan ¿Si así los panistas pretenden ganar en la elección extraordinaria a gobernador en este año?
A los funcionarios de alto nivel se les olvidó que los burócratas despedidos salieron a votar y llevaron a familiares y amigos a las urnas en la contienda del 1 de julio de 2018.
Los despedidos sin duda no irán a las urnas en junio de 2019 para votar por alguien del grupo represor que los corrió y que se encuentra en la etapa de seleccionar candidato a gobernador.
Estas mismas personas desconocen por qué el grupo que se quedó momentáneamente en el poder con Rodríguez Almeida al frente tiene odio hacia las personas que colaboraron con Gali Fayad en la mini gubernatura.
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