Iván Tirzo/@TirzoIvan
Trabajadores de confianza en el gobierno estatal enfrentan desde el primer minuto del pasado 14 de diciembre a funcionarios soberbios y prepotentes.
Los colaboradores del gabinete de la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo solicitaron renuncias por escrito a empleados de confianza, no en una, sino en todas las Secretarías, porque en cualquier momento serán notificados de cuántos se tienen que ir.
No pareciera que en Puebla gobierna el mismo grupo político panista de Rafael Moreno Valle que inició en el año 2011, sino uno contrario que de forma maquillada emprendió el despido masivo.
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Empleados afirmaron a este reportero que a varios de ellos no les dieron tiempo de sacar sus cosas personales de las oficinas.
Los nuevos funcionarios ingresaron el pasado viernes a las oficinas solicitando llaves de todas las áreas.
Los integrantes del gabinete quieren los espacios para su gente, olvidando que a quienes están solicitando sus renuncias ‘voluntarias’ fueron movilizadores del voto el pasado 1 de julio.
A estos trabajadores a quienes se les avisó que se tienen que ir, también votaron por el PAN y por Martha Erika Alonso.
La depuración en la administración estatal comenzó tan pronto Alonso Hidalgo rindió protesta en el cargo.
Los empleados además son amenazados por los nuevos directores y secretarios, para quedarse callados, y no recurrir a los medios de comunicación para hacer públicas las renuncias ‘voluntarias’.
No hay un número preciso de cuántos trabajadores fueron lanzados a la calles en los primeros tres días de gestión, ni cuántos más se tienen que ir en la segunda quincena de diciembre de 2018.
Por ahora lamentan la actitud soberbia del nuevo gobierno, algo que no ocurrió hace 22 meses cuando Antonio Gali rindió protesta como gobernador en Puebla.
Quienes ya entregaron sus renuncias y ya están en la calle están organizándose para evaluar si proceden o no por la vía legal-laboral.
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