Iván Tirzo/ @TirzoIvan
El cierre de las campañas en la elección extraordinaria para gobernador de Puebla dejó la percepción que hay un empate entre los candidatos del PRI Alberto Jiménez Merino y del PAN-PRD-MC Enrique Cárdenas Sánchez.
Las fotografías difundidas por sus equipos de campaña muestran el alcance que tuvieron los dos aspirantes en cuanto a asistentes.
Las imágenes incluso dan la apariencia que Alberto Jiménez Merino reunió a más simpatizantes durante su caminata que realizó por calles del Centro Histórico de Puebla, que Enrique Cárdenas en su mitin por el municipio de Tehuacán.
A 6 días de la jornada electoral se percibe que el priista alcanzó al académico-economista, pero no es suficiente para acercarse al puntero Miguel Barbosa Huerta, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia.
Por qué enfocarse a Jiménez y a Cárdenas, porque actualmente los partidos que los postularon no tienen los recursos económicos y humanos para el acarreo de gente.
El PAN viene de perder el poder en el estado donde gobernó durante 8 años, tras la muerte de los ex gobernadores Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle en el desplome de su helicóptero el 24 de diciembre de 2018.
El PRI lleva 8 años en caída libre en Puebla, sin saber qué es gobernar la ciudad capital y el estado.
El 2 de junio se sabrá quién de los dos candidatos (Jiménez o Cárdenas) cometieron más errores en campaña, que no les permitió crecer más.
El priista optó por hacer más recorrido en zonas rurales que urbanas, descuidando a un gran número de personas en edad de votar.
El candidato del PAN registró un arranque de campaña muy flojo y prefirió hacer campaña por varios días en la Ciudad de México que en Puebla.
El pronóstico de las encuestas es que Cárdenas quedará en segundo y Jiménez en tercero. No sería ninguna sorpresa, a Jiménez le afecta la imagen del PRI, un partido que casi desaparece del mapa electoral en la elección 2018. Pero si Cárdenas queda en tercero, será preocupante para el PAN.
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