La relevancia de obtener aliados y difusores de tu contenido es tan fundamental como tu marca o mensaje.
La figura de los influencers ha tomado relevancia de manera reciente; youtubers, tiktokers, y figuras públicas son utilizados frecuentemente para difundir o afianzar temas relacionados con promociones, nuevos productos y posicionamiento de distintas marcas comerciales; desde tenis hasta galletas, servicios o vivencias a través de la venta de experiencias.
La inversión de especialistas en marketing para este rubro se ha elevado durante la pandemia, incrementando en un 73 por ciento, de acuerdo con el estudio de la agencia especializada Takumi publicado de manera reciente en medios especializados, este revela que la efectividad en el retorno de inversión y en los llamados a la acción tienen un mejor resultado que los mecanismos tradicionales de mercadotecnia, según el 60 por ciento de los encuestados.
Los estrategas políticos ya han implementado este tipo de difusión en algunas campañas. La mayoría de las personas recuerdan los tuits de ‘El Piojo’ Herrera, presentadores de programas y algunos actores a favor del Partido Verde Ecologista o los posicionamientos de Andrea Legarreta en el programa ‘Hoy’, hablando de la economía mexicana y la devaluación del peso.
Si bien estos ejemplos no fueron del todo efectivos, representan de manera clara los intentos de dependencias de gobierno y políticos por utilizar a otro tipo de figuras para difundir mensajes o posicionamientos sobre un tema, sin embargo, los errores de estas campañas han permitido establecer mejores prácticas y la definición de nuevas estrategias para lograr mejores impactos.
Por su parte, las instituciones políticas han recurrido a los llamados “ejércitos digitales” y a los bots para intentar incrementar de manera exponencial los mensajes a través de sus redes sociales, no obstante, estos procesos no son eficaces cuando nos referimos a embajadores de marca, pues quienes se integran dentro de estas estructuras carecen del impacto necesario, la credibilidad o bien las posturas y objetivos pierden efecto en perfiles personales y cuentas que no están posicionadas y por consecuencia no están segmentadas, es decir que no cubren el público objetivo al cual hacer llegar el mensaje.
Por tal motivo, para realizar un correcto uso de este mecanismo de influenciadores o embajadores de marca en el ámbito político, es necesaria la formación de voceros y la capacitación constante de las estructuras digitales, dejando de lado la automatización y pasando a acciones efectivas de contenido, desde la investigación, la curación de textos y el diseño, hasta la selección de horarios y plataformas.
Otro de los aspectos que se debe considerar como fundamental, es la selección de los perfiles para la difusión de estos mensajes, pueden ser representantes de dependencias para inclusive evitar ataques en contra de la figura principal, o bien otros funcionarios y líderes de opinión que son los más utilizados para la difusión o para la contención.
Figuras como Abraham Mendieta y el mismo Javier Lozano son ejemplos digitales de embajadores de marca política que pueden ser identificados por cualquiera, pero también otros perfiles como Antonio Attolini o Denisse Dresser son muestras palpables.
Si bien estos son modelos nacionales, la tarea es identificar de manera local cuáles son los perfiles que cuentan con lo necesario para convertirse en un embajador funcional, que cumpla con los requisitos y que sea una figura que permita mejores resultados para la conversión de adeptos y en un futuro cercano las próximas elecciones del 2021.
Por Luis David Garcia/ Harakiri@ldgarcia_mkt
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