El tema no es un asunto menor por lo que trataremos de desglosar lo que representa el retorno del clan Gali, en una primera fase con la pública reaparición de Antonio Gali López.
El anuncio lo hizo el aspirante presidencial Manuel Velasco Coello. Señaló que Gali se hará cargo de coordinar los trabajos para las asambleas informativas en el estado de Puebla.
En primer lugar esto representa que la franquicia del partido Verde tiene nuevo capitán. Terminó la era hegemónica de Juan Carlos Natale López y Jaime “Jimmy” Natale. Ahora quien conducirá el timón del partido del tucán será Gali López.
Esto de ninguna forma representa un rompimiento. Uno de los sellos característicos de los Gali es el diálogo, los consensos, la urbanidad política. En la nueva partición del pastel los Natale habrán de ser reconocidos y valorados.
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En segundo punto queda claro que los Gali están enlazados con el proyecto de Morena a través de uno de sus partidos satélite.
Seguramente Tony padre e hijo consideraron que saltar del morenovallismo a Morena era drástico y radical, por lo que juzgaron que era conveniente un giro menos abrupto. Tienen una magnífica relación con Manuel Velasco por lo que caminar al Verde fue una transición de terciopelo.
En tercer lugar conviene subrayar que Gali, junto con Mario Rincón, son los únicos brazos políticos que tenía el morenovallismo.
Repetimos: los únicos operadores
Los demás agentes y protagonistas de esa era panista fueron miembros de una burocracia dorada; una casta privilegiada de oficinistas; empleados de escritorio que tuvieron una enorme influencia, pero nunca dejaron de ser burócratas.
Eukid Castañón fue el urdidor de maniobras que rayaron en la criminalidad -no debe olvidarse ‘el valle de las calacas’-, siempre actuando al amparo de su jefe, pero de ninguna forma puede considerarse un operador político.
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Él único que pudo salir de esa burbuja de burócratas y crear una estructura política propia fue José Antonio Gali Fayad.
Hace unos meses publicamos una entrega intitulada “En el ánimo de cuatro ex gobernadores”. Ahí enfatizamos que después de Melquiades Morales Flores el ex mandatario más apreciado es Tony Gali.
Ambos pueden sentarse en cualquier cafetería de Xicotepec de Juárez, San Martín Texmelucan o Tehuacán y antes de terminar su taza recibirán una decena de saludos y abrazos.
Poseedor de un don de gentes que rápidamente lo acercó a los grandes sectores Gali goza del aprecio social en muchos municipios y comunidades.
Aunque era muy cercano a Rafael su personalidad es radicalmente distinta a la prepotencia de otros morenovallistas.
Un factor que distinguió a Gali es que nunca dejó heridos.
No causó daños o perjuicios a las personas.
Jamás lastimó sensibilidades.
Por eso pudo construir una estructura propia.
Hoy Antonio Gali López aparece en plena faena por la sucesión presidencial y con esto el clan está de regreso.
En unos meses su padre reaparecerá de manera pública.
Y aunque en la esfera nacional están identificados con Manuel Velasco, en Puebla su capital social y político juega en el bando de Moisés Ignacio Mier Velazco.
Al tiempo.
Que conste que lo leyó aquí, en Cúpula.
Como siempre quedo a sus órdenes.
Tw @CupulaPuebla
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