Para nadie es un secreto que todos, absolutamente todos los aspirantes a un puesto de elección popular traen sus encuestas bajo el brazo.
Sus mediciones, su preferencia, su intención del voto.
Dicen.
Los números, las cifras, los algoritmos, es una obsesión de los políticos.
Pero, a quién creerle.
A las encuestadoras.
A los encuestadores.
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O en las respuestas de los encuestados.
Las empresas encuestadoras en los últimos episodios electorales han quedado lejos de acertar a los resultados finales, salvo honrosas excepciones.
Los encuestadores salvo honrosas excepciones tienden a plasmar la realidad de los números.
Son unos sastres, elaboran un traje a la medida para quien quiera ponérselo, confiar en ellas.
Los encuestados, cómo saber que a la mitad de la encuesta dice lo que siente, por quién se decantará el día de la elección.
En fin, las encuestas una obsesión política ambigua.
Fotografía del momento.
Los políticos deben creer más en sus recorridos, en el contacto con la gente, en el sentir del electorado, que en sus efímeros y fríos números.
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La confianza en esta obsesión política que son las encuestas, puede traer consigo la confianza que mató al gato.
Descuidar una campaña por confiar en números, encuestas o mediciones, puede llegar hacer un padecimiento crónico de los candidatos que los lleve a la derrota.
Todos lo saben, la victoria se alcanza el día “D” el día de la movilización, del acarreo y de la operación.
O no?
Fuerte mensaje a la unidad.
Nuevamente el gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, lo volvió a hacer.
Tras el festejo de su cumpleaños, lanzó un fuerte mensaje de unidad de los poblanos.
Exgobernadores, lideres empresariales, líderes de opinión, abrazaron nuevamente la nueva clara visión de Puebla, que nunca debió alejarse.
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Una Puebla que desea dejar por su paso en la gubernatura, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, el de la tranquilidad política, el de la confianza empresarial, el de la libre expresión, el de la unidad para una sociedad poblana.