Se va febrero y no hay indicios de que la seguridad mejore en Puebla.
Ahora fueron los estudiantes de medicina de la UPAEP y la BUAP así como el conductor de UBER que los traería de regreso a Puebla tras acudir el domingo al Carnaval de Huejotzingo.
Ximena, José Antonio y Francisco Javier solo querían un rato de diversión. Como cualquier joven de su edad.
Tan solo en enero de este año, 74 personas fueron asesinadas, un número que le da la razón a la percepción de inseguridad. Son tiempos en los que nadie se siente seguro ni en su casa.
Es aquí en donde debemos cuestionarnos, aparte de las mil patrullas que renta el gobierno del estado, ¿qué están haciendo los 217 presidentes municipales para reducir el índice de violencia?, ¿en qué están trabajando que no se refleja?
La presidenta municipal de Huejotzingo, Angélica Alvarado, por ejemplo, estuvo más preocupada y ocupada en sacarse fotos durante el carnaval que en garantizar seguridad a los habitantes y visitantes, como a estos jóvenes que acudieron con el pecho sano a su municipio.
Qué horror ir a su municipio y que no te garantice seguridad, que no te garantice en que saldrás vivo de ahí.
Y para colmo, dio la cara dos días después del homicidio ¡Qué bonito!
¿Y qué creen que dijo? Que hubo saldo blanco ¡Por Dios !
Esto demuestra que ella puede estar pisando los muertos sin darse cuenta.
Elvia Cruz