Alguien que ha pasado totalmente desapercibido en la Auditoría Superior del Estado (ASE) Puebla es Francisco Fidel Teomitzi Sánchez o como un hombre “prudente”, como le quieran llamar.
Quizá ya estábamos acostumbrados de fanfarrones como Francisco Romero, quien por cierto, al salir de la cárcel en junio de 2024 —tras dos años cuatro meses de estar preso— ya no peleó por regresar como auditor.
Ahora, están definiendo la ruta para el arribo de Juan Carlos Valdez, quien es muy cercano al hoy gobernador Alejandro Armenta.
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El contador viene trabajando con él desde que ocupó su primer cargo público: presidente municipal de Acatzingo (1993-1996), periodo en el que Valdez fue tesorero.
Ha acompañado al hoy gobernador en otras áreas en su paso por el servicio público, y ahora que está por ocupar una posición clave, mantiene bajo perfil, en espera de que se emita la convocatoria para “elegir” al nuevo auditor.
Sin embargo, en el Congreso local aún trabajan en la parte jurídica para ver cómo le hacen para sacar antes a Teomitzi Sánchez, pues el periodo que llegó a cubrir —el de Amanda Gómez quien “renunció” al cargo en octubre de 2023— termina en 2028.
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Recordemos que en mayo de 2022, aún evidenciando que no sabía mucho, la mayoría de los legisladores votaron a favor de que Amanda asumiera el cargo por un periodo de siete años, pues “consideraron” que era la mejor en una terna presentada por el fallecido exgobernador Miguel Barbosa.
La primera opción es aplicar la “renuncia voluntaria” del actual auditor para que asuma Juan Carlos Valdez y termine lo que falte o esperar tres años para llegar por un periodo de siete años.
Sin embargo, tres años son muchos y al nuevo gobierno ya le urge tener a todos sus aliados en las posiciones claves para trabajar.
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Entonces, ¿qué sigue?, en eso es en lo que anda Laura Artemisa García Chávez, presidenta del Poder Legislativo, y se sabrá pronto.
Mientras, al que enviaron de avanzada en la ASE, Miguel Ángel de la Rosa (exlíder PRD en Puebla), lejos de ayudar a preparar la llegada de Valdez la está entorpeciendo porque presume reuniones con Salvador Sánchez Ruanova, quien sueña desde hace mucho con ser él el titular de la ASE.
Ya se imaginarán quién es el que se siente en estos momentos como el verdadero auditor del estado.
