Mientras el gobierno de Puebla publicó un decreto para el uso obligatorio del tapabocas en la vía pública, a fin de no propagar los casos de infectados por Covid-19, viene Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud en México, a decirnos que dice mi mamá que mejor no.
¿Por qué hasta ahora viene y nos dice esto? Si el gobierno federal en marzo pasado publicó, a través de su página web, la recomendación para el uso de cubrebocas, principalmente a personas con síntomas como fiebre, tos y dificultad al respirar; a los médicos y a enfermeras.
Entonces, ¿de qué sirve que los poblanos se han adaptado a la medida de prevención, al usar el de doble capa o tricapa o el cubrebocas de Pokemón o el del Santo, según la diversidad de productos existentes en el mercado, si viene el funcionario federal a decirnos que no hay evidencia científica que confirme que estas mascarillas funcionan?
El subsecretario comentó que según un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública, los cubrebocas tienen pobre o nula utilidad, porque hay quienes solo lo usan 15 minutos, otros 6 horas, unos un día sí y un día no, o hay quienes no los lavan para no quitarle la textura.
En conclusión, dijo que los científicos han coincidido que según los casos de infectados por Covid-19 en otros países, la mascarilla no disminuye el número de contagios vía respiratoria, porque hay otras formas de contagiarse, por ejemplo, al tocarse la cara o por los ojos.
No está mal que don Gatell nos salga con esto, el asunto es que no se ponen de acuerdo, por eso es que la gente se confunde.
Como autoridades deben uniformarse en sus recomendaciones, para no contradecirse, porque si primero les dicen sí usa el cubrebocas y después que mejor NO.
¿Entonces cómo pedir a los poblanos que se queden en casa? Esto luego que muchos están saliendo a las calles, si muchos están mareados con las indicaciones, solo los confunde.
No queremos exhibir a los funcionarios federales, pero que esa información la aterricen antes a los estados, para que no haya contradicción y confusión. Que confíen en los gobernadores.
Entonces, ¿tampoco es cierto que los millones de cubrebocas desechados representen un foco de infección?
Entonces, ¿no hay que nos pueda salvar del Coronavirus? ¿ O ya mejor hacemos oración y nos ponemos en las manos de Dios?