Los reporteros críticos siempre nos hemos sentido amenazados de alguna u otra forma porque quedamos en medio del fuego cruzado.
Si exhibimos la corrupción, la falta de congruencia de algún actor político o sacamos cualquiera de sus “trapitos al sol”, a lo más fácil que recurren en decir es: “te pagaron para pegarme”, “alguien te mandó”. Todos los calificativos antes de reconocer sus responsabilidades.
Claudia Rivera Vivanco no resultó ser diferente a ello y más ahora que anda en precampaña por la reelección en el cargo de presidenta de la ciudad de Puebla. Se victimiza y se tira al piso.
Lleva una semana colgándose de la marcha del 8 de marzo para promover su imagen. Este domingo presentó el ‘Frente Ciudadano Contra las Campañas Negras’ que de ciudadano no tiene nada pues lo integran ella y sus exfuncionarios Liza Aceves, René Sánchez e Iván Camacho, todos en búsqueda de seguir viviendo del erario público.
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Para ellos, los cuatro tienen la suficiente calidad moral para descalificar a la prensa que los exhibe llamándolos “sicarios”, “textoservidores”, como si eso les quitara lo incompetente que han sido en gobernar la cuarta ciudad más importante del país.
Ahí está René, quien siempre vivió en una realidad alterna a los ciudadanos. Nunca antes se había desbordado el ambulantaje en el Centro Histórico pero ¡claro! Todos tienen la culpa menos él cuando fue secretario de Gobernación.
En el caso de Claudia quien se dice “feminista” y “luchadora social” no se ha cansado de defender los destrozos causados a terceros durante las protestas del 8 de marzo por radicales enviados por su gobierno.
Pues claro, se vería mal dejándolas solas cuando fue la principal incitadora de la violencia. Le compraríamos su discurso de defensora de mujeres si no actuara como macho en su administración.
Para empezar, tiene a más hombres que mujeres en cargos de primer nivel y lo peor: solapa a acosadores sexuales como a su coordinador ejecutivo, Andrés García Viveros, ¿o ya se le olvidó el caso de Magda Karina, quien la acusó de ser misógina y maltratarla por haber denunciado el acoso sexual de la que era víctima?
¿O el caso de Jazmín Flores, una exfuncionaria que la denunció en septiembre de 2020 por violencia política de género y discriminación porque le pagaba menos que a otros funcionarios por ser mujer?
Y qué decir de las ciudadanas que se le han acercado solicitando su apoyo como el caso de Norma Edith quien fue humillada en múltiples ocasiones porque se atrevió a denunciar que su esposo murió a causa de la negligencia del gobierno de Rivera Vivanco.
La madrugada del 17 de noviembre del 2020, el marido de esta mujer falleció al cruzar en una obra sin señalización en el bulevar 5 de Mayo en el tramo de San José.
Norma Edith buscó personalmente a Claudia Rivera para que al menos la apoyara con gastos funerarios, pero lo que recibió fueron desprecios, desplantes por lo que se vio en la necesidad de denunciar a la alcaldesa y a sus funcionarios por el delito de homicidio culposo.
¿Todos estos casos se reducen a una “campaña negra” presidenta?, ¿decir que no hay obra pública, ni grande ni pequeña también?
La intención de Claudia Rivera con su frente es difundir fake news de su desastroso gobierno: engañar a los electores de que es la mejor defensora de las mujeres, la que más ha trabajado por esta ciudad, la cero corrupta, la que garantiza seguridad, etcétera.
Ella y sus compinches saben que es la única herramienta que les queda, difundir fake news y aplicar ‘Ley Mordaza’ a sus críticos porque en este 2021 no les funcionará el eslogan de campaña: “AHORA SÍ TENGO UN PLAN”, pues el de “yo sí tengo un plan” del 2018 y la ciudad están hechos pedazos.
