En Morena está infiltrado un personaje que se ha vendido como el “gran operador electoral” pero que en este proceso interno quedó desnudado que solo ha vendido espejitos.
Sí, hablamos de Fernando Manzanilla. Con el triunfo de su fallecido excuñado, Rafael Moreno Valle en 2011 se le atribuyó esa operación y después en 2019, él mismo difundió con sus cercanos que fue el cerebro para que ganara la extraordinaria Miguel Barbosa, su entonces amigo.
Quienes hemos seguido la historia de la política en Puebla sabemos que con los dos se peleó y a los dos los traicionó.
Encontró refugio con Ignacio Mier, actual coordinador de los diputados federales de Morena. Se ganó su confianza. Le vendió el mito del “gran operador”.
Te recomendamos: Mier pide a Armenta no permitir sectarismo para no perder en 2024
A través de Nacho, por la cercanía que él tiene con Adán Augusto, Manzanilla quedó como el estratega principal en Puebla para abonar en que el exsecretario de Gobernación federal se quedara con la Coordinación Nacional de Defensa de la 4T, que no es otra cosa que haberse convertido en virtual candidato del partido a la presidencia de la República.
Parecía una buena idea, parecía que con Francisco Ramos se entregarían los mejores números, pero también ya sabemos que resultó un lastre.
Adán Augusto quedó en el cuarto lugar en Puebla en la encuesta de Morena, lo que lo dejó sin candidatura y sin posibilidades de negociar. Una vergüenza.
También lee: “Les extiendo mi mano con humildad”: Armenta a Mier y morenistas rumbo al 2024
El 10 de mayo de este 2023, Manzanilla organizó un evento en el municipio de Tecamachalco, en donde, con el pretexto de ser un evento del Instituto Mexicano para la Transformación, invitó a Adán, prometiéndole que al menos 15 mil personas lo escucharían. Sin embargo, solo lograron movilizar a cinco mil, quienes empezaron a desalojar cuando el tabasqueño iniciaba su mensaje, el último en Puebla como parte del gabinete de Andrés Manuel López Obrador.
En la promoción casa por casa, sabemos que el equipo de Manzanilla estuvo presentando semana tras semana listados de ciudadanos “visitados” en los municipios de la entidad.
Después que perdieron vergonzosamente en Puebla, el equipo de Adán reviso cada uno de los estados para encontrar una explicación y lo que encontró fue una simulación. No hubo un trabajo real en tierra, más que la colocación de algunos de espectaculares.
Llegaron a la conclusión que los triunfos electorales donde él (Manzanilla) participó en el pasado fueron frutos de la coyuntura y que fueron otros los que trabajaron y él solo se los adjudicó.
Sugerimos: Alejandro Armenta vs. Eduardo Rivera por gubernatura de Puebla en 2024: ¿por quién votarías?
Cuentan que aún después de que perdió Adán, y que hasta Gerardo Fernández Noroña del PT le ganó, Manzanilla todavía celebró porque creyó que eso beneficiaría a Ignacio Mier, que en la negociación con Claudia Sheinbaum, lograría que le dejaran Puebla, no importando los resultados de la encuesta.
Ya sabemos que no fue así y que ganó Alejandro Armenta a la buena. Ganó en tierra y en ponderación la encuesta madre y las dos espejo de Morena.
Otra vez quedó evidenciado que ni con todo el dinero que le inyectaron a esa precampaña se logró alcanzar al senador.
La percepción que se creó en que ya era Nacho orilló a muchos a invertir con la esperanza de que recuperarían su dinero ya llegando al gobierno en 2024, y a otros abandonar al PAN.
Gran parte lo hizo también creyendo el mito del “gran operador electoral”. Se confiaron. Le confiaron a Manzanilla y en esto acabaron.
***
*Al Polígrafo estuvo fuera dos semanas por unas (in) merecidas vacaciones, pero ya estamos de vuelta.
Nos leemos el lunes. Cualquier chismito en [email protected]
