El feminicidio de Debanhi (porque sí fue un feminicidio, aunque el gobierno de Nuevo León no lo reconoce oficialmente como tal) se detonó por el acoso sexual que sufrió por parte del taxista Juan David, quien la recogió en la quinta a la que había acudido a una fiesta horas antes la madrugada de ese 9 de abril, según el padre de la joven Mario Escobar.
Si Debanhi no se hubiera bajado del auto –provocado por ese hombre– seguramente seguiría viva…
En México una de cada cuatro mujeres ha sido víctima de al menos un tipo de acoso personal o violencia sexual.
Puedes leer: Justicia para Debanhi: así marcharán en Puebla
Según datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, en el segundo trimestre de 2021, de las 22.7 millones de mujeres mayores de 18 años, 5.6 millones enfrentaron algún tipo de acoso personal o violencia sexual en lugares públicos.
Cada vez más, los hombres se sienten con todo el derecho de tocar tu cuerpo sin tu consentimiento, no importando si es en la calle o en alguna oficina, como ocurre en la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en Puebla.
Durante el 2021, al menos seis jovencitas, trabajadoras de esta agencia denunciaron ante la entonces directora, Sandra González de Yta a José Manuel Villalba por haberles tentado los glúteos y pechos, no importando que estuvieran atendiendo a usuarios de pasaportes, pero nada pasó.
A María Luisa le rozó con su antebrazo las nalgas mientras ella se encontraba en la recepción –cuando las oficinas estaban en el CIS– en julio de ese año.
Te sugerimos: Debanhi Escobar sufrió abuso sexual, revela CIDH; papá exige segundo peritaje
A Guadalupe, una becaria de Jóvenes Construyendo el Futuro, le hizo lo mismo.
Sandra Sofía, una joven de servicio social también fue víctima.
A Julieta le tocó un seno. El mismo día, otra parte del cuerpo y al haber personas alrededor y ella al reclamar, se tuvo que disculpar.
Sin embargo, el entonces técnico operativo B –porque después lo cambiaron de cargo– continuó acosando a cuanta mujer tenía cerca con toda impunidad.
A pesar de que desde mayo de ese año, desde los primeros casos, estas mujeres pidieron el apoyo, la sororidad de González de Yta, simplemente fueron ignoradas.
Lucero, otra jovencita beneficiaria de Jóvenes Construyendo El Futuro, también narró sobre las veces en las que José Manuel la hizo sentirse incómoda, pero tampoco fue escuchada…. ni Ana Lucía, ni Hedwigh.
Lo único que pasó fue que reunieron a las víctimas para confrontarlas cara a cara con el acosador y levantar un acta, pero a pesar de los detalles que cada una dio, la delegada no hizo absolutamente nada para alejarlo de ellas. Nada.
Todo lo contrario, lo mantuvo en su cargo y hasta lo ascendió, lo que ha generado un ambiente hostil en las oficinas, pues aunque se cambiaron a la sede que ya opera en el Centro Comercial San Francisco, el acoso sexual hacia ellas y otras mujeres sigue.