Aunque se ha difundido la versión de que, en cualquier momento, conforme se acerquen los tiempos electorales del 2024, los primos Mier (Ignacio y Alejandro Armenta) se pueden reconciliar e incluso formar un bloque para la elección de ese año, sea quien sea el candidato a la gubernatura por Morena, la realidad es otra.
En la mente de Armenta Mier no cabe esa posibilidad, ni siquiera de aceptar como premio de consolación una reelección como senador o la presidencia de Puebla capital, pues a su edad, sabe que, sino es en esta elección, no habrá más oportunidades.
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Él sabe que su primo Nacho Mier lleva ventaja por su cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual se lo permite su función como coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, pero no está dispuesto a cederle su capital político, lo que ha trabajado en tierra desde hace años atrás con miras de un día convertirse en gobernador.
En esta lógica, Armenta Mier comienza a reunirse con líderes de partidos pequeños, pero en crecimiento, como Movimiento Ciudadano, en la búsqueda de un plan B por sino resulta favorecido con la dichosa encuesta que acostumbran en Morena, o en una de esas, se decide que le toca la candidatura a una mujer.
El empirista sabe de operación política y en eso anda. Ha sido tajante con sus colaboradores en decirles que: o es la candidatura a la gubernatura o nada, sea o no con Morena. Que total, ya no tiene más que perder, ha ocupado cargos a nivel local y nacional, que solo le falta ser gobernador de su estado.
Armenta Mier cree que “le dio chance” al hoy gobernador Miguel Barbosa, pues sigue convencido en que le tocaba a él la postulación en la elección extraordinaria del 2019, y que, aunque impugnó la candidatura, no hizo lo suficiente para ganar la batalla.
Por eso, en la elección del 2024, no piensa quedar fuera de la boleta, cueste lo que cueste…
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