La noche del martes 29 de septiembre, la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa para desaparecer fondos y fideicomisos relacionados a la ciencia y la cultura como el Fidecine.
Cabe aclarar que todavía no se pondrá en marcha, pues se debe tener el aval del Pleno de la Cámara de Diputados. Pero la realidad es que estamos a nada de ver cómo se le da cuello a 109 fideicomisos y fondos.
La razón detrás de esta iniciativa es la famosa “austeridad republicana” que pretende tomar los recursos de estos 109 fideicomisos y fondos, para apoyar al sector salud por la pandemia de Covid-19.
Entre los más afectados, está el apoyo al Conacyt con 65 fondos para la investigación y desarrollo en áreas como el agua, energía, innovación y más. En cuanto a los fondos para la cultura, el que más ha llamado la atención es el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine).
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Fidecine
La Ley Federal de Cinematografía se encuentra en los artículos 33, 34, 35, 36, 37 y 28. El Artículo 33 es sobre la creación del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine cuyo objetivo es el “fomento y promoción permanentes de la industria cinematográfica nacional”. Para manejar esos recursos se construyó el Fidecine.
Este, desde hace más de 20 años, brinda apoyo financiero y de inversión para productores, distribuidores, comercializadores y exhibidores de películas nacionales. Con la desaparición del Fidecine, la industria fílmica nacional prácticamente se quedaría sin apoyo financiero en cualquiera de sus partes. Si se extingue el Fidecine, además, se terminará el apoyo al rubro independiente que se traduce en la afectación de miles de trabajadores de la industria del cine en México.
¿Cómo funcionan los fideicomisos?
Un fideicomiso es una herramienta financiera con el que el Estado destina recursos públicos con fines específicos. En el caso de 109 fideicomisos o fondos, están destinados a industrias o actividades como la ciencia, investigación, prevención, medio ambiente y cultura.
El Fidecine es un estímulo fiscal a proyectos de inversión para las partes que conforman la industria del cine en el país. Es un beneficio por parte del gobierno federal para producir, postproducir, distribuir, comercializar y exhibir largometrajes nacionales.
De acuerdo con la Comisión Mexicana de Filmaciones (Comefilm), “las personas físicas y morales pueden acceder al fondo a través de Convocatoria Públicas a nivel nacional” para estimular la participación de los sectores público, social y privado. De este modo, personas físicas y morales de nacionalidad mexicana pueden presentar proyectos de largometraje de ficción y animación (no documentales), los cuales son considerados por el Comité Técnico de este Fideicomiso.
Según el Imcine, el monto de la reserva del Fidecine no puede ser mayor de 20 millones de pesos mexicanos por contribuyente/crédito, por lo que el número tope es de 2 millones de pesos mexicanos por proyecto. De acuerdo con las cifras reveladas ayer, el monto del Fidecine es de 224, 247, 607 millones de pesos que dan como resultado, en suma del resto de los fondos y fideicomisos, de más de 68 mil millones de pesos.
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El apoyo del Fidecine en la vida fílmica nacional
El pasado mes de mayo, cuando se discutió por primera vez la iniciativa de ley de la bancada de Morena, los líderes de las instituciones fílmicas reportaron que los daños serían irreparables para la industria del cine en México, la cual ha ido en crecimiento desde que precisamente nacieron los fondos para apoyar la producción, distribución y exhibición de largometrajes.
En su momento, María Novaro, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), reveló que en 2019 se realizaron 216 largometrajes, y que la mitad de las producciones se hicieron con apoyos como el del Fidecine.
Para que se den una idea, Fidecine participó en la producción de Selva trágica, la última película de Yulene Olaizola que compitió en el Festival de Venecia. Como esta, hay decenas de películas que no se habrían realizado sin este fondo. En cuanto a la distribución, Fidecine participó en títulos como La camarista de Lila Avilés, Olimpia de José Manuel Cravioto, Luciérnagas de Bani Khoshnoudi, o Mano de obra de Daniel Zonana, próxima a estrenarse este 1 de octubre.
Crédito: Sopitas
Por: @MTPNoticias
