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Buen inicio de semana tengan todos nuestros apreciables lectores…

 

La humanidad en estos momentos está viviendo una nueva pandemia: la pedofilia; pues ha tomado dimensiones impensables que se ubican tanto a nivel nacional e internacional, que cada vez se develan situaciones más oscuras que ponen en un terrible estado de indefensión a miles de niñas y niños de todo el mundo.

 

En esta entrega se definen los conceptos en torno al Movimiento de Orgullo Pedófilo, la pandemia de abuso infantil que ha tomado las redes sociales y el análisis psicológico que hay detrás de la mente de un pedófilo y las consecuencias que arrastrarán sus víctimas el resto de sus vidas.

 

“Puedes tener 40 años y enamorarte de una niña de 12 añitos, mientras no cometas delitos, puedes estar en completa libertad y expresarte como dicte tu corazón”, es parte del discurso de los simpatizantes del MAP: Minor-attracted person (persona que se siente atraída por menores).

 

Y es que, durante esta emergencia sanitaria, otra verdadera pandemia que lleva años en las sombras ha comenzado a revelarse, una de las situaciones más escalofriantes que han salido a la luz pública se relaciona al explosivo aumento de la pedofilia: sitios, cuentas en redes sociales que buscan generar comunidades de “personas atraídas a menores”, incluso los nombres de celebridades, políticos e influencers fueron señalados como miembros de redes de abuso.

 

MAP y MOP

 

Este tema ha llegado al punto de buscar una normalización de este tipo de conductas y difundirse un “Movimiento de Orgullo Pedófilo”, sobre todo durante el mes de abril, específicamente el día 25 de ese mes, el cual estas personas buscaban declarar como el “Día Internacional del Orgullo Pedófilo”.

 

El MAP es la sigla con la cual estas personas se tratan de “diferenciar” de los pederastas, ya que, según su visión, la atracción hacia menores de edad es una “orientación sexual que debería ser aceptada por la sociedad”. Se dividen en dos categorías: “pro-contact” y “anti-contact”.

 

Tienen tres objetivos: primero ser aceptados socialmente, segundo que la Organización Mundial de la Salud remueva a la pedofilia de su lista de trastornos mentales, y finalmente que sean incluidos dentro del Movimiento LGTBQ+, movimiento que en reiteradas ocasiones ha condenado exhaustivamente los intentos del MAP por enmarcarse como una disidencia sexoafectiva.

 

Incluso tienen su propia bandera (la cual es prácticamente un plagio a la bandera trans). Esta se compone por usar los colores rosado, azul, blanco y amarillo: el rosado representa a las niñas, el azul a los niños, el blanco en el centro (con el fin de señalar que “esta atracción no es impura”) y el amarillo hace referencia a que son personas en desarrollo (etapas de crecimiento de las y los menores).

 

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MAP Y MOP en redes sociales

 

Dentro de las páginas de Facebook, Twitter y otras redes sociales menos conocidas como Likee (una aplicación parecida a TikTok), estas personas han buscado unirse bajo la consigna “MAP” o “MOP” (Movimiento de Orgullo Pedófilo). Y usan hashtags como “maprights, mapPride, mappositivity”.

 

Para comprender cómo funciona la mente de un pedófilo, los especialistas en psicología explican que:

 

“la pedofilia es un trastorno de conducta que genera altos niveles de angustia en las personas que lo presentan y que necesita tratamiento”.

 

Los especialistas consideran que, “independiente de lo que el MAP plantee, proteger la infancia y todo lo que este periodo significa es la prioridad, proteger a los niños y niñas en todas las esferas de su desarrollo y su salud mental. Los niños están en etapa de descubrir el entorno, descubrir su mundo y a sí mismos, crecer en un entorno seguro es algo que les debemos y que tenemos que cuidar”.

 

Y es que una niña o niño no está en la etapa de desarrollo como persona para entablar una relación amorosa con otra, eso es algo que ni siquiera se debe cuestionar, menos si esta persona es un adulto, no existe esa clase de “preparación para amar” ni “amor desde un enfoque científico”, ni tampoco un panorama.

 

Así pues, una niña o niño que “entabla una relación” tenga o no abuso sexual, transforma la forma de percibirse a sí mismo, cómo construye su autoimagen y su autoconcepto, junto con la forma de relacionarse con otros, lo cual puede involucrar relaciones tóxicas y la falta de límites. “Va a ser inevitable que el niño aprenda e interiorice ciertos patrones de conducta que pueden ponerlo en riesgo cuando sea más grande, ya que aprende a relacionarse de una manera poco saludable con su entorno”, explicó la psicóloga.

 

Además, se da la posibilidad de que genere cierto rechazo en las relaciones con otras personas, debido a estos comportamientos inapropiados para su edad.

 

“Aquí es importante entender que, aunque no haya abuso sexual, existen ciertos comportamientos que se pueden dar, como la restricción de libertad, los celos de parte del adulto. Lo preocupante es que el / la menor interiorizará y normalizará conductas inapropiadas que lo pueden dejar en una situación de vulnerabilidad a futuro, como conductas hipersexualizadas. Además de todas concepciones erradas que pueda tener respecto a las relaciones con otros e incluso la sexualidad”.

 

En todo esto lamentablemente, las redes sociales juegan un papel importante pues en ellas se generan grupos de pedófilos donde intercambian material y fomentan la pedofilia y la prostitución infantil.

 

La policía cibernética mexicana alertó sobre grupos en redes sociales dedicados a promover los grupos (MAP, por sus siglas en inglés) y Movimiento de Orgullo Pedófilo (MOP).

 

Dichos grupos de pedófilos utilizan simbología para identificar sus intereses:

 

  • Un corazón dentro de uno más grande en color rosa, indica que a esa persona le interesan las niñas.

 

  • Un triángulo dentro de otro más grande en color azul, indica que a esa persona le interesan los niños.

 

  • Espiral en forma de triángulo dentro de otro en color azul, indica que le interesan los niños más pequeños.

 

  • Mariposa formada por corazones en color rosa y azul o lila o la combinación de ambos símbolos, indica que a esa persona le interesan niñas y niños.

 

Los miembros de la llamada comunidad MAP o MOP operan en redes sociales donde crean grupos para promover su causa, la organización Sickstoppers señala que más allá de ser muy comunes en la llamada deep web o internet profundo, actualmente proliferan grupo en Facebook, Twitter y otras redes sociales menos conocidas como Likee donde se usan hashtags como #maprights, #mapPride, #mappositivity.

 

Además autoridades del mundo han señalado que muchos de estos grupos se dedican a compartir imágenes de pornografía infantil, delito que durante el confinamiento generado por la pandemia ha aumentado.

 

En México el consumo de pornografía infantil aumentó 73% durante la cuarentena en los meses de marzo y abril, de acuerdo con el director del Centro de Respuesta a Incidentes Cibernéticos de la Guardia Nacional, reportó Causa en común.

 

La policía cibernética alerta de este movimiento en México

 

La policía cibernética alertó recientemente a la ciudadanía sobre el movimiento MAP que puede promover delitos como el abuso a menores, la creación y distribución de pornografía infantil y puede llegar a fomentar la trata de personas con fines sexuales.

 

En ese sentido la policía cibernética ha detectado páginas en redes sociales con esta temática, mismas que se reportan para su baja y emitió una serie de recomendaciones para estar al pendiente del movimiento MAP, algunas de ellas son:

 

  • Familiarizarse con las nuevas redes sociales para saber sus funciones, configuración de seguridad y para que se pueda detectar posibles riesgos.
  • Restringir los permisos de las cuentas para que nadie fuera de los contactos pueda ver las publicaciones y asegurarse de no aceptar solicitudes de personas desconocidas.
  • Utilizar controles parentales para poder monitorear las actividades y restringir contenido inapropiado en los dispositivos que utilizan los hijos.
  • Evitar compartir fotos o videos de menores. En caso de que ellos lo hagan, fomentar acuerdos en los que se establezca que sus fotos no deben ser llamativas.

 

Cada red social cuenta con una restricción de edad recomendada; en caso de que se permita a los hijos menores de esa edad crear una cuenta, es necesario monitorear las mismas.

 

¡Lo anterior se tenía que decir y se dijo!

 

¡Nos leemos la próxima semana!

 

Por Yván Vargas/ @LAWNAVY

 

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