Luego de que se conoció la iniciativa del grupo parlamentario Movimiento Regeneración Nacional (Morena) para reformar la Ley de Cinematografía y extinguir al Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine), las redes sociales ardieron y han sido foro de expresión de este gremio con las etiquetas #AlertaCine #NoDerogacionFidecine o #EsDeTodxs.
El mexicano Guillermo del Toro se manifestó en Twitter y sostuvo: “Veo a jóvenes bailarines, pintores, cantantes, científicos, matemáticos, cineastas, etc, etc que piden lo mismo: no recibir más- pero no perder lo que ya existe.
“Abro hilo @mario_delgado @dolorespadierna La mayoría de los trabajadores de la industria cinematográfica necesitan continuidad. Viven de una producción a otra. El nivel de calidad a nivel técnico y artístico se ha disparado a lo mas alto. Cortar estos apoyos – o cambiarlos permanentemente y sin el acuerdo o consulta de la comunidad – no solo es unilateral y profundamente ciego, sino que sofoca para siempre, las pocas formas de supervivencia que existen para nuestro cine. El cine es memoria, y sin memoria no es posible existir”.
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Sin duda, agrega Del Toro: “Mario Delgado @mario_delgado y Dolores Padierna @dolorespadierna esta es una manifestación cultural fundamental para el mundo. Es cortar alas a miles de cineastas que vienen en camino, es abandonarse a la marea”.
María Novaro, titular del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) escribió en Twitter: “En 2019 se realizaron 216 largometrajes, cifra histórica para el cine nacional. La mitad del cine mexicano se realiza con apoyos estatales que son semilla para la creación y participación privada, ¿qué pasaría si no existieran?
“Sin los apoyos a la producción del cine mexicano, nuestras historias, lenguas e identidades en pantalla desaparecerían ante el embate económico y mediático del cine hollywoodense. Ya lo hemos vivido.
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“Sin los apoyos-semilla no tendríamos más documentales espléndidos que nos conmueven, informan, y son espejo de nuestras realidades, ni películas que nos representan exitosamente en el mundo, que nos hacen pensar-reir-llorar-dialogar.
“No tendríamos representación audiovisual y lingüística de nuestras regiones y comunidades originarias. No tendríamos primeras películas de talento debutante, ni cortometrajes variadísimos, ni animaciones que son auténticas obras de arte, ni cine regional, ni bienestar.
“Nuestras películas nos llenan de orgullo por nuestra diversidad cultural y son de enorme valor para nuestra felicidad, memoria y para el diálogo nacional. Nuestros instrumentos de apoyo al cine mexicano son transparentes, ciudadanos y efectivos. No podemos perderlos”.
Crédito: La Jornada
Foto: El Nacional
Por @MTPNoticias