Un larguísimo fin de semana después, Donald Trump ha abandonado el hospital donde ha sido atendido por su positivo en coronavirus. Con apenas un “gracias” a los medios presentes, el presidente de EEUU ha partido del centro médico Walter Reed en dirección a la Casa Blanca en la tarde del lunes (00:40 horas del martes en España peninsular) al experimentar mejoría en los síntomas que le obligaron a ser ingresado el pasado viernes.
La decisión de hospitalización se tomó pocas horas después de hacer pública la noticia del contagio (junto al de su mujer y primera dama Melania, que no ha requerido ingreso) y tras haber sido sometido a un tratamiento experimental con Regeneron, un “cocktail” de anticuerpos que aún se encuentra en fase de desarrollo.
Entonces, el gabinete de prensa de la Casa Blanca informó de que Trump iba a ser llevado al hospital tras empeorar en su estado y haber desarrollado “fiebre y fatiga”.
Algo más de tres días después se ha repetido la escena, pero a la inversa. El helicóptero presidencial esperaba al mandatario y candidato a la reelección para llevarle de vuelta a sus dependencias. Justo antes se ha subido a un coche oficial que le ha conducido hasta el acceso al helicóptero.
El helicóptero de Donald Trump aterriza frente al hospital Walter Reed pic.twitter.com/bWDqiN2O9V
— El HuffPost (@ElHuffPost) October 5, 2020
Recomendamos: Indigna salida de Donald Trump del hospital para saludar a sus seguidores (VIDEO)
Un ingreso por “seguridad”, pero muchas dudas
Mientras circulaba la noticia de su traslado vía helicóptero al Hospital Walter Reed [el reservado para cualquier asunto médico del presidente y su familia], el propio magnate emitió un vídeo grabado previamente revelando que se encontraba bien y que solo iba “por seguridad”.
No obstante, durante el fin de semana se especuló mucho sobre su salud. Mientras algunas fuentes hablaban de una mejoría, otras voces médicas ponían en duda su estado y llegaron a hablar de “horas críticas” en la evolución del presidente.
Positivo en plena campaña
Pero ni siquiera en ese estado ha sido capaz de mantener las formas y las medidas de seguridad el paciente Trump. El domingo dejó el hospital para darse un paseo en coche y saludar a los fans que le aguardaban en los alrededores de la clínica. Su gesto ha sido duramente criticado por sanitarios y oposición al considerarlo un “teatro” con un riesgo innecesario que ahora obliga a poner en cuarentena a quienes le acompañaban en el vehículo.
Para otros, un acto más en la campaña presidencial que, según los sondeos, sigue afrontando por detrás del candidato demócrata, Joe Biden cuando falta menos de un mes para las elecciones (el martes 3 de noviembre). El positivo de Trump, incluso desde antes de su hospitalización, ha hecho saltar por los aires la agenda de actos: muchos han sido pospuestos y podrían ser finalmente cancelados) y otros se celebrarán en formato virtual, nada de grandes ceremonias tan del gusto del republicano.
Tampoco ha querido dejarse ver como un presidente enfermo. Dentro de la clínica se ha grabado más vídeos en los que se le veía firmando papeles y con otros documentos. Tampoco es casual el anuncio de su salida, adelantada por el mismo Donald Trump con otro tuit cargado de su habitual lenguaje en el que aseguraba encontrarse “mejor que hace 20 años” y donde pedía “no temer al virus y no dejarle dominar vuestras vidas”.
Ni después de lo sufrido en su propia carne deja de poner en duda el efecto de un virus que ya se ha cobrado más de 210.000 vidas y ha provocado cerca de 7,5 millones de contagios en EEUU, según la Universidad Johns Hopkins.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1313186529058136070?s=19
Ahora deberá seguir la cuarentena en su domicilio, la Casa Blanca, hasta completar los 14 días pertinentes, al igual que su esposa Melania y un buen número de miembros de su equipo, entre ellos la secretaria de Prensa, Kayleigh McEnany, que ha anunciado hoy su positivo.
Crédito: Huffington post
Por: @MTPNoticias